Insólita campaña con la Educación

Eduardo alvarez

Insólita la campaña pagada de prensa y radio incitando a violar la Ley 66-97 que establece el cuatro por ciento del Producto Interno Bruto [PIB] para la educación. Funesta tarea cuyas consecuencias habrán de esperarse.
A partir de este mal precedente, no sería asombrarnos si un día de estos, narcotraficantes, violadores y estafadores se unen para hacer lo mismo en contra del Código Procesal Penal y las leyes que afectan su estilo y forma de “ganarse la vida”. O que una docena de practicantes de abortos se unan para justificar su “oficio”. Trazada la pauta, sólo deben acopiarla, como si tal cosa.
La Constitución y las leyes son para cumplirlas. No para cuestionarlas. Mucho menos para desacreditarlas, como ocurre con la referida campaña, identificada por el color verde de los textos sobre ideas tomadas de alegados “expertos”, que objetan la efectividad de la inversión en la educación.
Color seleccionado, obviamente, para encubrir a sus realizadores. Pero no hay que ser un mago para identificarlos. Basta conocer a quién beneficio el crimen para ubicar a los culpables.
Una ley podrá ser lo anacrónica e impracticable que sea, pero los gobernantes están llamados a cumplirlas y hacerlas cumplir. Si la violan, ¿cómo pueden pedir la población que las obedezcan y cumplan debidamente?
Lo que es peor, las desautorizan y restan valor, socavando la institucionalidad.
Los escritos pagados delatan por su amplia y frecuente difusión la bonanza y voluntad a sus auspiciadores. Las que les faltan para cumplir la Ley 66-97.
Si el ejecutivo la considera anacrónica e impracticable, a pesar de haberla presentado, esta en el derecho de introducir al Congreso una nueva ley que derogue la vigente. Burlarse de ella y denigrarla no es la mejor forma de gobernar y respecta un país y sus instituciones.