Publicado por Robinson
Castro/ atmosferadigitalrd@gmail.com/ X: atmosferainfo; Instagram:
atmosferadigital; Fan Page: @atmosferadigitalrd; Youtube: Atmósfera TV; Blog
Personal FB: @atmosferadigitalsde; Atmósfera Radio:
https://zeno.fm/radio/q6na49dbvnhvv. Periódico Atmósfera Digital: https://www.atmosferadigital.net
Por Oscar López Reyes.
ATMÓSFERA DIGITAL, SANTO DOMINGO, (24/08/2025).- Como vikingos que surcan mares libertinos, ciertos profanos incursionan como actores de los medios de comunicación sin haber estudiado esa carrera -eufemísticamente denominados enganchados- ni tener la conveniente acreditación gremial. Últimamente, dos acaecimientos han tocado el timbre de alarma en el circuito de la multimedialidad: la acertada desaprobación de José Beato como candidato a la presidencia del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), por el ingreso irregular a la membresía de esa organización, y el arresto del cleptómano Antonio Alberto Arias, quien se hacía pasar como periodista para cometer hurtos en actividades públicas.
Son dos episodios desdeñosos y penosos, que peregrinan como si al periodismo le rompieran el músculo cardíaco, y tanto la objetada admisión por anormalidad como el apresamiento por la ratería en paseos y bulevares sientan un precedente para que estas afrentas no sigan repitiéndose. Aceptar a forasteros como miembros o dirigentes del CDP coloca tanto a esta institución como a las escuelas de comunicación en el umbral de la extinción. ¿Estamos ciegos fanáticamente, porque no vemos que Beato está promoviendo una campaña para desconocer la Ley 10-91 y lograr que los enganchados se apoderen del CDP?
Para una mejor comprensión del peligro a que nos abocamos en la devastadora ausencia de institucionalidad sectorial, en el espacio semántico de la nueva estructuración de la información, por su interdisciplinaridad, hagamos acotaciones críticas y propuestas constructivas sobre estos locuaces impostores, avituallados de la ingeniería social, que son tenidos como parias y zarandeados descarnadamente.
1.- Locutores, abogados, economistas, sociólogos, politólogos, ingenieros, políticos, personas sin profesión y analfabetas se instalan improvisadamente en los sistemas de producción de contenidos socio-culturales, confundiendo el ejercicio profesional del periodismo con el derecho a la expresión. Comienzan como articulistas y sujetos entrevistados, y luego se extralimitan: descaradamente reportan en vivo desde la calle, se vuelven entrevistadores sin el dominio de sus técnicas y asisten a ruedas de prensa, autoproclamándose periodistas, sin sonrojo.
2.- En la especulación por la ausencia del método científico, ellos no viven, ni sienten por la profesión, por lo que no tienen compromisos con sus postulados, porque son aves de pasos, en virtud de que se ocultan debajo de un escritorio desde que consiguen objetivos específicos, como cargos públicos.
3.- Como aventureros en la exploración, no tardan en sacar al aire sus propios programas de radio y televisión, así como portales de internet. Balbucean sin relojero profesionalista, mezclando los comentarios con las preguntas, que por ser tan extensas dificultan las respuestas de los entrevistados.
4.- Puntean como campeones en la búsqueda de anuncios, amparados a menudo en el chantaje. Pautan más publicidad que los titulados porque, imprudentemente, en sus despachos se les tiran a funcionarios sin avisos y los abordan en sitios públicos. La mayoría de los egresados universitarios son más cuidadosos, ya que conocen y se aferran a los principios éticos.
5.- Cuando desconocedores los identifican como periodistas, con el cuello y la cabeza erguida, no desmienten esa condición, y hacen mutis, dejando la sensación de que los son.
6.- Acuden a los actos exclusivos para la prensa y los despojadores quieren formular más preguntas que los periodistas verdaderos que cubren las respectivas fuentes.
7.- Conjeturan indiscriminadamente, insultan y difaman, porque no conocen las leyes de comunicación o, simplemente, forman parte de su estrategia de coacción extorsionista y para lograr view y live. Contra ellos no cesan las demandas judiciales.
8.- Asiduamente pronuncian los no recomendados adjetivos calificativos y garabatean en el censurado favoritismo verbal: ¡mi buen amigo!, ¡mi pana full!
9.- Aunque por años perciben emolumentos en la práctica usurpadora, se resisten a estudiar comunicación social a nivel universitario, porque se valoran como autosuficientes y hasta superdotados. Si optan por buscar un título, lo prefieren de otra carrera, ya que invadieron el periodismo e ilegítimamente se consideran periodistas.
10.- A los periodistas profesionales ellos les rastrean fallas y ficticiamente les injertan una quinta pata, y hasta los descalifican, aparte de que vilipendian la Ley 10-91 que creó al CDP.
11.- Para justificar el experimentalismo no docente, enfatizan en que en épocas atrás los periodistas se forjaban en las redacciones de los periódicos, olvidando que las escuelas de comunicación datan de las décadas de 1960-1970. Actualmente el conocimiento científico se ha incrementado exponencialmente, han surgido nuevos paradigmas y multiplicado la comunicación digital, en el reino del hipertexto y nuevas exigencias globales y empresariales.
12.- Algunos son tan intrépidos que intentan trazarles directrices a los periodistas profesionales, y hasta dirigirlos en programas de radio, televisión, internet y las instancias gremiales.
13.- Falsos apoderados pregonan que no estudiaron comunicación social, y que económicamente están mejor que los que estudiaron. ¿Por qué?
14.- Para pretender incorporarse, con adulterio, al Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) manipulan el transitorio del artículo 5 de la Ley 10-91, promulgada el 7 de mayo de 1991, que crea a esa institución, y que establecen que “se considera periodista profesional al graduado de las escuelas de periodismo y/o comunicación social de nivel universitario, y al que tiene por ocupación principal, regular y retribuida, buscar, obtener y emitir informaciones u opiniones (…), y que obtiene de esa ocupación los principales recursos para su subsistencia”. El transitorio del artículo 4 señaló que -al MOMENTO de ser promulgada la Ley 10-91- serán aceptados como miembros los que tuvieran tres o más años en el ejercicio del periodismo, reconociendo así el estatus profesional de más de 300 colegas meritorios, una parte de los cuales sobrevive, físicamente. Este TRANSITORIO fue ELIMINADO a los 90 días, en una asamblea general del CDP (estuve presente en ella, en el CODIA) por lo que, a partir de ese MOMENTO, solo ingresarán a la entidad los egresados de comunicación social del nivel universitario.
15.- Los expoliadores piden como cosa loca, y astutos han caído en la trampa de asociarse con potentados del bajo mundo, que les han inyectado recursos financieros a sus proyectos periodísticos empresariales. ¿Para qué? Investigue usted.
¿Cómo superar ese cuadro calamitoso y transformarse en un experto de la comunicación social?
Desde el Comité Ejecutivo del CDP y nuestras escuelas de comunicación social en numerosas ocasiones hemos solicitado al ministerio de Educación Superior la validación de la experiencia de los empíricos para que cursen la carrera, con la mitad del programa de estudios, y puedan optar por el título de licenciado en comunicación. La respuesta ha sido negativa, con la correspondiente argumentación técnica. O sea, tienen que partir de O, y agotar cuatro años de repaso, que se facilitan en jornadas sabatinas, en el programa andragógico y en la virtualidad.
En las escuelas de comunicación social tenemos las aulas abiertas para los que tengan interés en prepararse y acreditarse. La pertinencia de formarse, para dominar los metamensajes y las teorías comunicativas y cibernéticas, descansa en cuatro pilares medulares:
1.- Ser dotado de la capacidad teórica, metodológica y conceptual para la redacción de contenidos, la investigación y el análisis de contenidos y las audiencias, para el acceso a la empleabilidad en el más apropiado desempeño laboral, y contribuir con la forja de la conciencia crítica y el cambio social. En el Estado y en corporaciones privadas solo están nombrando a titulados en comunicación social, en concordancia con la Ley de Función Pública y la pulcritud operativa.
2.- Inscribirse legalmente en la nómina del CDP, para disfrutar de la protección profesional y los beneficios sociales correspondientes.
3.- Poder acogerse al secreto profesional y a la cláusula de conciencia, establecidos en el artículo 49 de la Constitución de la República.
4.- Desterrar la imagen de que es un enganchado y carece de calidad profesional, porque no estudió la carrera.
La creatividad, la confianza y la credibilidad en la preparación y difusión de los mensajes mediáticos, para impactar positivamente en las audiencias, reclama conocer a los nuevos ciudadanos, los nuevos media y el poder del capital privado y los oligopolios transnacionales, que controlan las redes libres y desnacionalizan los instrumentos tecno-culturales. Para que sean respetados y posean autoridad, los presidentes de los gremios han de ser profesionales que cumplan los requisitos legales, con prestancia en función de su dilatado servicio en el mercado laboral, y que no desempeñen cargos en los gobiernos, para evitar conflictos de intereses. ¡Oyeron, Aurelio Henríquez y Beato!
La ilegitimidad conspira contra estos propósitos, por lo que extraña que académicos y gremialistas no se adhieran a la resolución de la Comisión Nacional Electoral del CDP, que ha rechazado a candidatos no titulados, que hayan sido anotados en el instante de la promulgación de la Ley 10-91, y que tampoco han ejercido el periodismo.
Al margen de cualquier decisión de una justicia – ¡oh Tribunal Superior Administrativo (TSA) garantista de ilegalidades! – sobre el recurso de amparo interpuesto por Beato, la impugnación de este engendro del vandalaje desprofesionalizante debe ser ampliada con el voto en las elecciones del próximo viernes 29 de agosto de 2025. Los que no simpaticen con Luis Pérez Novas (profesor de la UASD) o su equipo, tienen la oportunidad de sufragar por la plancha de Convergencia, integrada por cuatro profesores de comunicación: Gustavo Guzmán y Luis García (Universidad Dominicana OyM), Rafael Peralta Romero (UASD) y Descorides de la Rosa (UCSD e Infotep). ¡Adecentemos el ejercicio del periodismo, empezando por efectuar una profilaxis en el patrón del CDP!
0 Comentarios
Tu comentario es importante