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Gasto público en salud es de apenas el 1.6% del PIB

SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- Pese a algunas mejorías relativas durante los últimos años, entre las que se incluyen la entrada en vigencia del Sistema de Seguridad Social y la construcción de infraestructura, el sistema de salud dominicano no es solo ineficiente sino notoriamente inequitativo.

La inequidad perjudica con mayor rigor a los sectores con menores ingresos, que debe pagar un alto porcentaje de los servicios de salud pese la extensión de la cobertura. En términos concretos, el 60 por ciento de la población carece de seguro de salud, debiendo financiar con recursos propios los gastos en este renglón.
La disparidad en el acceso y en la calidad de los servicios recibidos se expresan gráficamente en los porcentajes aportados por el informe “Política social: capacidades y derechos”, elaborado por la Oficina de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a requerimiento del hoy Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.
De acuerdo con el prolijo documento, que abarca el período 2000-2007, el gasto público en salud dominicano es uno de los más bajos del continente: un 1.6 por ciento del producto interno bruto (PIB).
“El gasto general en salud en República Dominicana como proporción del PIB ronda el 7% anual, lo que es un valor aceptable y aproximado al de muchos países de la región con condiciones socioeconómicas similares. Ese porcentaje significa en la actualidad cerca de 75,000 millones de pesos. Sin embargo, el gasto público en salud del país, estimado en 1.6% en el 2006, ha sido uno de los más bajos del continente, por lo que el del sector privado es de cerca del 5.4% del PIB, cerca de un 78% del gasto nacional en salud (22% es público)”, se dice en el informe cuya presentación al público será este miércoles.
Añade a seguidas que del gasto privado el mayor porcentaje corresponde a los hogares, un 71%, que considerado como parte del gasto total equivaldría al 50%.
El gasto público en salud no es solo bajo, y por tanto insuficiente, sino irracionalmente distribuido. Del total, el 40% va a los hospitales, el 20% a los centros ambulatorios, mientras que las farmacias y otros establecimientos de expendio de insumos médicos usan el 15%.
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