SANTO DOMINGO.-El periodista
Miguel Guerrero fue acusado hoy por los productores de un programa
radial de conspirar en contra del Gobierno y la candidatura del
candidato peledeísta, Danilo Medina.
La acusación la hicieron los comentarista del programa radial Zol de
la Mañana, quienes afirmaron que Guerrero y un grupo de catorce
periodistas se reunieron el pasado lunes con el candidato del Partido
Revolucionario Dominicano, Hipólito Mejía, para conspirar contra el
gobierno y desprestigiar a Medina.
“Ante todo esto, quiero expresar mi profunda preocupación ciudadana
por la peligrosa situación a que hemos llegado en el país, en la que,
como en los viejos tiempos de la tiranía, se quiere intimidar a la gente
pretendiendo hacer ilegal reunirse pacíficamente con un candidato,
espiando a los ciudadanos en sus hogares”, dice el periodista en una
declaración enviada a la prensa.
Tras calificar de temerarias e irresponsables las acusaciones
lanzadas por los referidos comunicadores, el veterano periodista se
preguntó: “¿Desde cuándo en un país democrático, constituye una
actividad conspirativa reunirse con un candidato de oposición, o
reunirse, lo que no fue el caso, para darle apoyo, o reunirse, tampoco
fue ese el caso, hablar mal de un gobierno?”.
A continuación, el texto íntegro de la declaración de Guerrero:
DECLARACION DE PRENSA DEL PERIODISTA Y ESCRITOR MIGUEL GUERRERO FRENTE A AVIESAS ACUSACIONES LANZADAS POR LA RADIO
Durante muchos años, he hecho una costumbre reunir en mi casa a un
grupo de amigos, en su mayoría periodistas, para escuchar a
personalidades de la vida nacional, en el campo de la política, los
negocios, la cultura y el deporte. En ocasión de la puesta en
circulación de algunas de mis obras, las reuniones han sido con libreros
y críticos literarios. En cada campaña electoral, las citas me
permitieron tener en mi residencia a candidatos y políticos. El actual
presidente fue en 1996 uno de esos invitados, tan cercano a las
elecciones que llegó a acusárseme de parcialidad. Por casi dos años, he
intentado sin éxito de hacerla con Danilo Medina. Las gestiones con el
candidato del PLD, a través de uno de sus voceros, Rafael Ovalles, quien
por mucho tiempo compartía los comentarios en mi programa y a quién
confié por respeto a las ideas ajenas el segmento de entrevistas, el más
importante del espacio, no recibieron respuesta.
En el programa radial que conducen Martínez Pozo, Euri Cabral, María
Elena Núñez y Víctor Gómez Casanova, se dijo este viernes que el lunes
pasado nos habíamos reunidos un grupo de catorce periodistas con el
señor Hipólito Mejía, para conspirar contra el gobierno y desprestigiar
lo que ellos llamaron el triunfo electoral del señor Medina y crear una
situación de inestabilidad en el país. También se dijo, sólo Dios sabe
con qué malsanos propósitos, que entre los invitados había un
funcionario de un prestigioso banco comercial, lo cual es incierto.
Quiero informar que esa no fue la primera ni será la última reunión
que yo celebre en mi casa con el señor Mejía y que no hemos podido
celebrarla con el señor Medina porque éste, con quien me he reunido
varias veces en mi oficina, no ha querido concederme ese honor. El señor
Mejía es un amigo que aprecio y a quien he tratado desde los días en
que se desempeñaba como Ministro de Agricultura, durante el gobierno de
don Antonio Guzmán. Durante la presidencia del señor Mejía fui un
crítico de sus ejecutorias y la esencia de muchos de mis escritos
inspiró después mi libro “Tocando fondo”, que es una historia de la
crisis económica del año 2003, originada en el más grande de los
crímenes económicos contra la República: la quiebra fraudulenta del
Baninter.
Mis críticas a su gestión, que pueden leerse en mi columna de El
Caribe desde agosto del 2000 hasta agosto del 2004, nunca afectaron esa
relación y él siempre ha expresado respeto por mis ideas y yo, desde mi
perspectiva de periodista, también he respetado las suyas. De manera
pues que no tendría reparo alguno en reunirme cuantas veces el señor
Mejía quisiera honrar con su visita el hogar donde nacieron y he visto
crecer a mis hijos, sea en un plano estrictamente personal o en la grata
compañía de aquellos colegas y amigos que estuvieron en nuestra más
reciente reunión del lunes en mi apartamento.
Las temerarias e irresponsables acusaciones lanzadas en el programa
de los señores y la dama señalados, me obligan a hacer la siguiente
reflexión que todo ciudadano preocupado por el curso que lleva la nación
tiene también el deber de hacerse: ¿Desde cuándo en un país
democrático, constituye una actividad conspirativa reunirse con un
candidato de oposición, o reunirse, lo que no fue el caso, para darle
apoyo, o reunirse, tampoco fue ese el caso, hablar mal de un gobierno?
La señora Núñez me llamó por teléfono para que diera una explicación
de la supuesta conspiración urdida en mi casa denunciada en su programa
por el señor Martínez Pozo. Le dije lo que correspondía, que no tenía
que darle satisfacción alguna, porque nadie tiene derecho a fisgar lo
que hago en la mía, como no es asunto mío lo que él o ellos hagan en las
suyas, un derecho que nadie puede regatearles ni acusarlos por ello de
conspirar para evitar el triunfo de la oposición.
Ante todo esto, quiero expresar mi profunda preocupación ciudadana
por la peligrosa situación a que hemos llegado en el país, en la que,
como en los viejos tiempos de la tiranía, se quiere intimidar a la gente
pretendiendo hacer ilegal reunirse pacíficamente con un candidato,
espiando a los ciudadanos en sus hogares. Y expresar como profesional
del periodismo mi también profunda consternación porque se utilice la
radio para denigrar a ciudadanos por el sólo hecho de ejercer sus
derechos de forma civilizada, levantando contra ellos falsos expedientes
que ponen en peligro su seguridad y la de sus familias, en medio de un
proceso en que el país se lo juega todo, incluso su más elemental
aspiración de alcanzar cierto grado de adecentamiento de la vida
pública.
Fuente: El Día
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