SAN FRANCISCO DE MACORIS, República Dominicana.-Una esquiva
ave cantora que viaja desde las austeras cumbres del noreste de Estados Unidos
hasta los cálidos bosques del Caribe ha inspirado la creación de lo que los
ambientalistas esperan sea un nuevo modelo de reservas naturales en un país que
ha batallado mucho tiempo con la deforestación.
La reserva está tomando forma en un exuberante y frondoso
lugar que solía ser una hacienda ganadera con una extensión de casi 404
hectáreas (1.000 acres) en el extremo de un frondoso bosque verde en el noreste
de la República Dominicana.
Dominicanos preocupados por la conservación e inversionistas
estadounidenses han adquirido el lugar como un proyecto piloto, con la
esperanza de proteger lo que dicen es un importante sitio de la biodiversidad
mundial y hogar de decenas de especies amenazadas.
Tentativamente conocida como la Reserva Privada Zorzal, el
gobierno la ve como un ejemplo potencial que muestra que este tipo de terrenos
pueden tener mejores usos que quemar los árboles para convertirlos en
pastizales, un método típico en este país caribeño al que sólo le queda el 40%
de sus bosques.
El vecino Haití, que comparte la isla La Española, prácticamente
ya no tiene ninguno de sus bosques originales.
Jesús Moreno, un empresario dominicano cuya familia financia
parcialmente la reserva, dice que la porción de propiedad donde ya se han
talado la mayor parte de los árboles es apropiada para la agricultura orgánica
de baja intensidad.
El planea cultivar árboles de nuez de macadamia y cacao, la
materia prima del chocolate, al tiempo que permite que el bosque se regenere
perpetuamente en tres cuartas partes de la propiedad.
El ministro de Agricultura del país planea inaugurar el
proyecto de la reserva el 5 de junio.
"No estoy tratando de volver esto un gran negocio y
hacer mucho dinero", dijo Moreno, cuyas inversiones familiares incluyen
una estancia infantil que cultiva árboles de macadamia y la única fábrica del
país que procesa las nueces.
"Estamos tratando de crear un modelo y romper el ciclo
de la destrucción". El concepto de apartar terrenos particulares para su
conservación a través de fideicomisos o derecho de paso a terrenos es antiguo y
se usa bastante en Estados Unidos y otras partes, pero es inusual en la
República Dominicana, un país pobre en gran medida.
Algunos dueños de terrenos particulares han apartado
extensiones para el ecoturismo y las reservas naturales, y el gobierno ha
apartado más de 130 reservas públicas, pero gran parte de los bosques del país
se ven amenazados por el desarrollo, la agricultura y la tala ilegal, lo cual
convierte lo que queda en áreas incluso más pequeñas que dejan a las especies
aisladas y vulnerables.
En la práctica, las reservas del gobierno por lo general
protegen sólo de palabra a las especies en peligro, dijo Sésar Rodríguez,
director ejecutivo del Consorcio Ambiental Dominicano. Entre esas especies en
riesgo está el zorzal migratorio.
El ave cantora de color café del tamaño de la palma de la
mano sale casi siempre cuando se pone el sol o amanece y divide su tiempo entre
las islas caribeñas y los bosques de las cumbres del noreste de Estados Unidos
y el sur de Canadá, que generalmente están sobre los 914 metros (3.000 pies) de
altura.
El ave es considerada vulnerable y se estima que quedan
menos de 100.000 en la vida silvestre porque ocupa un estrecho rango de hábitat
que está bajo presión en ambas partes de su ruta migratoria, dijo Chris Rimmer,
ornitólogo del Centro de Ecoestudios de Vermont que es experto en zorzales
migratorios y ayudó a establecer la reserva.
Las amenazas a la especie en Estados Unidos incluyen la
contaminación del aire y la pérdida del hábitat en el bosque de coníferas
debido al cambio climático y el desarrollo.
No es una especie de alto perfil que vaya a encender las
pasiones de la gente, y otras aves en la República Dominicana están bajo una
amenaza más extrema, reconoce Rimmer. Pero a pesar de esto, él y otros están
dedicados al zorzal migratorio, al que considera un ave "enigmática".
"Va mucho más allá que solamente esta pequeña ave
cantora migratoria", dice Rimmer. "Si la protegemos, automáticamente
protegemos todos los otros elementos de la flora y la fauna, muchos de los
cuales también están en riesgo".
La Cordillera Septentrional, cubierta por un bosque de
niebla que resplandece de verde esmeralda a la distancia desde la tierra de
pastoreo adquirida para la reserva, también es considerada un hábitat de
especies vulnerables como el perico de La Española y mamíferos como el
solenodonte de La Española.
Rimmer ha pasado incontables horas estudiando al zorzal
migratorio en las montañas de granito de Nueva Inglaterra y en los espesos
bosques de la República Dominicana, atento a su canto nasal. "Es como
etéreo, como misterioso", dijo sobre el sonido.
El y otros investigadores han dicho que, a medida que se
pierden bosques en el noreste de la República Dominicana, los machos están
expulsando a las zorzales hembras de su hábitat primario debido a que éste está
sobrepoblado porque tiene menos extensión, privándolas del alimento que
necesitan para su viaje de regreso a Norteamérica.
Rimmer comenzó trabajando con el Consorcio Ambiental
Dominicano y otros con el fin de encontrar una forma de expandir dos áreas que
el gobierno designó como protegidas: la Loma Quita Espuela, que el padre de
Moreno ayudó a fundar, y las reservas Guaconejo.
A la larga este grupo encontró un terreno que era propiedad
de la familia de un doctor anciano y que estaba a unos cuantos kilómetros de la
reserva Loma Quita Espuela, el hábitat primario del zorzal y cerca del centro
de cultivo de cacao de San Pedro de Macorís, una combinación de factores que
parecían perfectos para una mezcla de ganancias y conservación ambiental, dijo
Charles Kerchner, un estadounidense que trabaja como responsable de proyecto
para el consorcio.
La mayor parte del dinero para la Reserva Privada Zorzal
provino de la Fundación Eddy, de Willsboro, Nueva York, y de la familia de
Moreno, que anteriormente tenía una participación mayoritaria en la cadena
Helados Bon en República Dominicana y Haití, dijo Kerchner.
República Dominicana ya produce cacao orgánico en las
fértiles colinas alrededor de San Francisco de Macorís y tiene una cosecha de
cultivo de nuez de macadamia, pero el país no es un abastecedor mundial
importante de ninguno de los dos productos.
La mayor parte del cacao del mundo proviene de Africa e
Indonesia, mientras que Hawai y Australia son los mayores productores de nuez
de macadamia.
Aún así, Moreno y otros involucrados en el proyecto están en
pláticas con un puñado de otros terratenientes en la región para crear también
reservas agrícolas y naturales en sus propiedades.
"Aunque es grandioso lo que estamos haciendo, (la
reserva Zorzal) es un proyecto aislado y necesitamos que otros también protejan
sus tierras", dijo Kerchner. Mucho dependerá de la viabilidad económica
del esfuerzo.
Además de la macadamia y el cacao, Kerchner dijo que están
buscando otros usos sustentables del bosque alrededor, como la producción de
miel.
Esperan permitir el acceso al público, aunque los planes
todavía no están definidos y la propiedad está a más de una hora en un camino
sin pavimentar del poblado más cercano.
"Para que sea un negocio sustentable, necesitamos
sacarle valor a este bosque", declaró Kerchner.
Escrito por:
AP
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