NUEVO MÉXICO, Estados Unidos. - El
austriaco Felix Baumgartner consiguió realizar este domingo un salto sin
precedentes desde el borde del espacio, a una altura de los 39 kilómetros
(39.045 metros), durante el cual también logró alcanzar una velocidad máxima de
1.342 kilómetros por hora y romper con la barrera del sonido.
Tras el descenso, en el estado de
Nuevo México (Estados Unidos), Baumgartner sostuvo una conversación con
periodistas en la que señaló que estuvo muy cerca de abortar el salto, debido a
que el visor de su casco se congeló. También dijo que debió luchar para
controlar los giros, antes de abrir el paracaídas.
"Durante unos segundos pensé
que iba a perder el sentido", afirmó el deportista de 43 años. "Ha
sido muy difícil. Estás deshidratado, estás cansado. Ahí arriba es un mundo
distinto, el cuerpo reacciona de forma diferente", declaró.
La hazaña -que comenzó a planearse
hacer siete años- fue transmitida en vivo por televisión gracias a las cámaras
de video que fueron instaladas en la cápsula en la que viajó hasta alcanzar la
altura requerida, con la ayuda de un enorme globo de helio. Fue posible ver a
Baumgartner abriendo la compuerta, justo antes de saltar.
Luego hubo un período de
incertidumbre. Las imágenes de la caída libre solo fueron transmitidas minutos
después, cuando se tuvo la certeza de que el récord se había conseguido. Solo
los últimos mil metros fueron con paracaídas.
Baumgartner logró controlar el
descenso sin perder la consciencia o sufrir una hemorragia cerebral en casos de
girar de forma descontrolada.
El viaje de Baumgartner tomó 10
minutos, de los cuales duró casi la mitad en caída libre.
Nadie ha llegado tan alto en un
globo ni había intentado hacer un salto desde semejante altura.
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