Clodomiro Moquete dice hay que extirpar a la carroña del CDP

¡FUERA LA CARROÑA DEL CDP!

Por CLODOMIRO MOQUETE.

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El mal llamado Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, SNTP, es una vergüenza, un ente que no tiene función alguna para los trabajadores asalariados del sector de los medios de comunicación, una desviación de lo que fue un propósito de ser eje de una Federación Nacional de Trabajadores de la Prensa. Un nido de parásitos.

Hace dos días expuse a Manuel Azcona y David Lorenzo mi opinión de que la plancha que encabezaba Samuel Rollins Acosta en las «elecciones» del SNTP debía ser retirada ante la patraña que estaban urdiendo los directivos de esa entelequia y la comisión electoral para forzar un tranque que les permitiera continuar dominando esa bicoca.

Se trata de que la «directiva» del SNTP y su «comisión electoral» no entregaron a la plancha encabezada por Rollins Acosta el padrón o lista de miembros del sindicato de pacotilla ¡todavía antes de ayer! Evidentemente esto es absolutamente anormal e inaceptable. Los grupos Raffy Durán, Convergencia y los otros que tercian unidos en los procesos electorales del Colegio Dominicano de Periodistas y del mal llamado SNTP no debieron participar en la comedia que están representando los directivos del SNTP. Esos directivos no pueden celebrar unas elecciones que no puedan «ganar» porque ellos viven de eso.

Los colegas a los que advertí que debían retirar la plancha porque no existían condiciones normales para participar en unas elecciones cometieron errores infantiles en los últimos días, que no vale la pena enumerar, salvo el grave error de tratar de quitarles su sustento económico al «grupo» que ha organizado un sindicato para ellos, de su propiedad particular.

Vale la pena recordar que cuando en 1983 se creó por ley el Colegio Dominicano de Periodistas surgieron tres posiciones con relación al destino del Sindicato Nacional de Periodistas Profesionales, SNPP. Una era que debía ser desmantelado o disuelto porque ya no tenía razón de existir, por la creación del CDP. Otra era que debía ser convertido en un sindicato de trabajadores de la prensa. Y una tercera era que simplemente debía seguir existiendo como un sindicato de periodistas puesto que el CDP no podía asumir posiciones sindicales, como la de exigir y lograr pactos de condiciones de trabajo con los dueños de medios.

Se impuso la condición que proponía derivar al SNPP en el SNTP, es decir, del Sindicato de Periodistas al Sindicato de Trabajadores de la Prensa. La razón principal de organizar un Sindicato de Trabajadores de la Prensa era en aquellos momentos continuar los planes para crear la Federación de Trabajadores de los Medios de Comunicación. Entonces existían con cierta fuerza el Sindicato de Trabajadores de la Televisión y el Sindicato de Trabajadores de Editora Listín Diario. Pero el propósito de crear la Federación no fue exitoso, el Sindicato de Trabajadores de la Televisión y el Sindicato de Trabajadores de Editora Listín Diario desaparecieron y en poco tiempo el Sindicato de Nacional de Trabajadores de la Prensa desembocó en un grupito convertido en parásitos que no representa a los trabajadores de la prensa.

Este año por fin los periodistas que todavía creen posible rescatar al Colegio Dominicano de Periodistas, CDP, han logrado la unidad para sacar de la dirección del gremio al grupo que lo ha llevado a la pobreza y la inanición. La posibilidad es cierta, está bien encaminada con dos dirigentes probados como Manuel Azcona como candidato a presidente del CDP y Domi García Saleta para la presidencia del IPPP.

Después del desfalco monstruoso cometido por el grupo que ha tenido secuestrado al CDP, ante el desgaste natural de ese grupo, carente de moral, y ante la evidencia de que el Colegio Dominicano de Periodistas se niegue a sucumbir como ente gremial, las posibilidades de Manuel Azcona y Domi García Saleta son reales. El grupo que ha dominado con malas artes al CDP en los últimos años está dirigido por una claque vergonzante capaz de recurrir a cualquier maniobra dolosa para continuar en el dominio de la entidad. No se deben cometer errores. Hay que extirpar a la carroña.