SANTO DOMINGO, República Dominicana.-
Los abajo firmantes, vinculados al quehacer literario e intelectual del país,
observamos con sorpresa y preocupación sus declaraciones vertidas recientemente
en torno a la sentencia 0168-13 del Tribunal Constitucional de la República
Dominicana, que establece los requisitos que definen la nacionalidad de los
hijos de migrantes no documentados.
Los calificativos que usted endilga a
la acción del Tribunal Constitucional ponen en evidencia lo siguiente:
a) Que usted desconoce el contenido y
alcance de la sentencia, destinada a organizar la situación de los migrantes y
sus descendientes.
b) Que su escaso contacto con el
país, a pesar de usted autodenominarse dominicano, lo inducen a dejarse llevar
de una campaña desinformativa, encaminada a cercenar nuestra soberanía, muy
bien orquestada desde dentro y fuera de la República Dominicana.
c) Que no obstante sus méritos
literarios, que lo llevaron a obtener un premio Pulitzer, usted demuestra en
esta coyuntura una escasa capacidad de reflexión, y un manejo de la palabra
irrespetuoso y mediocre, como se puede notar en el uso de ciertas expresiones y
epítetos.
d) Que, no obstante su afirmación de
que tiene “miedo por todos en República Dominicana”, podría pensarse que en ese
susodicho temor se esconde una gran indiferencia ante el interés de esta nación
en proceder de acuerdo a lo que establecen nuestras leyes y Constitución.
Por ende, le aseguramos que su
pretendida preocupación por este pueblo y esta tierra, es absolutamente
innecesaria y resulta ofensiva a quienes sí deseamos lo mejor para el país, y
que “temores” como ése han servido de justificación para acciones muy agresivas
y letales, y de abusos contra pueblos pobres y pequeños como éste. La historia
lo ha demostrado sobradas veces, aunque tememos que usted desconozca también
algunas cuestiones fundamentales del pasado reciente y lejano de la República
Dominicana.
Ahora nos despedimos, haciéndole
saber que su presencia en nuestro país, en este duro momento por el que
atravesamos como colectividad, constituye una burla y un gesto muy cínico a los
sentimientos de quienes estamos altamente preocupados por esta situación y lo
exhortamos a reflexionar en torno a la sinceridad de sus raíces en la amada
tierra de Caonabo, Enriquillo, Anacaona, Duarte, Sánchez, Mella, Luperón,
Salomé Ureña, Pedro Henríguez Ureña y tantos hombres y mujeres valiosos de la
historia y la sociedad dominicanas.
SANTO DOMINGO, 27 DE NOVIEMBRE, 2013.
Firmado:
Intelectuales por la República
Dominicana.
Eduardo Gautreau de Windt.
Pura Emeterio Rondón.
Efraim Castillo.
Roberto Marcallé.
Oscar Holguín – Veras.
Alex Ferreras.
Néstor Medrano.
Camelia Michel.
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