Por Rafael Molina Morillo, director del periódico
El Día.
SANTIAGO RODRÍGUEZ, República Dominicana.- Percibí dos
grandes injusticias en perjuicio de la provincia Santiago Rodríguez, durante mi
breve visita a esa generosa, hermosa y laboriosa región noroestana.
La primera es que, siendo el asiento
de la presa de Monción, que no solo sirve como reserva de agua para fines
agrícolas en caso de necesidad, sino que también es una importante fuente de
energía eléctrica, ni la provincia ni el municipio reciben beneficio alguno de
esas circunstancias.
Me parece que sería justo establecer,
por ejemplo, una tarifa eléctrica privilegiada para la población de los tres
municipios que integran la provincia: Sabaneta, Monción y Villa Los Almácigos.
Ahí queda la idea.
La otra injusticia es de carácter
histórico: República vive de espaldas al hecho de que Sabaneta fue el escenario
de las primeras manifestaciones de rechazo a la Anexión a España, como lo
atestiguan documentos de aquella época.
Fue allí donde se encendió la chispa de
la Restauración, atizada principalmente por el casi olvidado general Santiago
Rodríguez.
La “capital del Casabe” o “capital de
la Leche”, como orgullosamente llaman los hijos de aquella tierra fecunda a su
lar nativo, es cuidada con celo y respeto por sus habitantes, pero ellos
esperan, con sobradas razones, una mayor atención del resto de los dominicanos.
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