SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Sin lugar a dudas que
el tema de los 27 obreros intoxicados mientras realizaban limpieza en un túnel de
la presa Tavera-Bao, la muerte de tres de estos y el posible contagio de la
hija de una de las victimas acaparó la atención de la población dominicana en
los últimos días, sobre todo por el temor a una enfermedad poco conocida en
nuestro medio.
Me refiero en este
artículo a este tema, pero desde el ámbito de la salud ocupacional, porque lo ocurrido fue un lamentable accidente de origen ocupacional
que debe esgrimir para re -direccionar el ejercicio de la salud ocupacional en
la República Dominicana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define Salud
Ocupacional como una actividad multidisciplinaria que promueve o protege la
salud de los trabajadores para disminuir los accidentes y las enfermedades de
origen ocupacional mediante la disminución de los riesgos.
En el trabajo los riesgos pueden ser físicos, químicos,
biológicos y ergonómicos, y según la rama de producción y la presencia de estos
riesgos se le dan una categoría que van desde 1
a la de menor riesgo hasta 5 a la
de mayor riesgo y obviamente que el trabajo en minas, fosas, excavaciones,
sótanos, espacios confinados, tienen un alto riesgo y que ningún empleador sin
verificar ese riesgo y tomar las medidas para disminuirlo puede asignar
trabajadores sean por contrato formal o informal, sin darle orientación, sin
prepararlos y dotarlos para el uso de los medios de protección individual y sin
supervisar su uso, además de tener garantizado los primeros auxilios y atención
médica especializada en caso de que ocurra un accidente.
Si bien es cierto que en nuestro país la salud ocupacional es una disciplina
relativamente nueva, también es cierto que disponemos de herramientas legales como es el
Reglamento de Seguridad y Salud en el Trabajo, con instituciones que deben
promover la prevención laboral como es el Ministerio de Trabajo a través de la
Dirección de Higiene y Seguridad industrial y la Administradora de Riesgo Laboral (ARL).
En las propias empresas o instituciones sin importar la rama
de producción si tienen 15 o más
trabajadores deben formar un comité de
seguridad e higiene que es un mecanismo que se encarga entre otros temas de
impulsar la seguridad en cada puesto de trabajo, alertar frente a la situación
de riesgo y educar a los trabajadores, sobre todo en el uso de los equipos de
protección individual.
Es necesario organizar y exigir a las entidades responsables
de la política seguridad y salud laboral y la de administrar los riesgos
laborales, cumplir con esa misión, la dirección de salud seguridad en el
trabajo sea más enérgica exigiendo aplicación del reglamento 522-06 y sancionando a quienes incumplen con el
mismo.
Romper con la práctica habitual del cuerpo de inspectores del
ministerio de trabajo de supervisar aquellos espacios laborales que tienen menor
riesgo, y no lo que tienen mayor, trabajar
para que se genere una cultura de prevención de accidentes y enfermedades
ocupacionales y que ningún trabajador se
exponga sin garantía para que otro accidente lamentable como este no vuelva a
ocurrir. Trabajamos para vivir no para enfermar o morir.
Doctora Carmen Adames.
Médico Epidemióloga.
Especialista en
Salud Ocupacional.
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