Por Erasmo Chalas Tejeda, dirigente del Partido Revolucionario Moderno.
ATMÓSFERA DIGITAL, NUEVA YORK.- Hay quienes dicen que a un
candidato que está ejerciendo la presidencia de la República en cualquier lugar
del mundo, se hace muy difícil derrotarlo porque a juicio de esos opinantes,
disponen de todos los recursos económicos, poderes fácticos y los diversos
estamentos que facilita el Estado.
Eso es cierto en algunos casos. En República Dominicana ha
sido distinto en varias ocasiones, sin dejar de reconocer que los presidentes
en reelección hicieran uso de todo ese poder que arriba mencionamos.
Obviamente se puede decir que “las circunstancias de un país
son diferentes a otro”, pero regularmente las condiciones vienen siendo las mismas,
como por ejemplo, desempleo, inseguridad ciudadana, corrupción, delincuencia,
deterioro de los sistemas de salud, de Estado de Derecho y el mismo sistema de
partidos, llegando incluso en la violación y el irrespeto de la Constitución y
nuestras leyes como nunca antes visto.
Si partimos de estas condiciones y las que el pueblo aspiró
se resolvieran cuando depositaron el voto por ese mismo candidato que intenta
reelegirse, pero que al volver a las urnas, no han sido resueltas, entonces hay
razones de sobra para decir que la reelección es derrotable, aunque usen los
recursos que utilicen.
Partiendo de este criterio, por qué no puede ser posible que el actual presidente de la
República Dominicana, Danilo Medina Sánchez pierda las próximas elecciones?. Los
que piensan lo contrario están muy equivocado.
Hay que recordar las elecciones 1978 donde el Presidente
Joaquín Balaguer usó todos los recursos habidos y por haber, incluso, a la
guardia y la policía para impedir que el pueblo fuera a votar en su contra y a
pesar de todos esos obstáculos la mayoría de la sociedad dominicana se expresó
en las urnas y sacó del Poder al balaguerato porque ya había tomado esa
decisión. Igual sucedió con el gobierno perredeísta del extinto Presidente, doctor
Salvador Jorge Blanco, que aunque no fue una reelección del presidente, pero sí
del PRD, con todos los recursos a manos perdió dichas elecciones en el año
1986.
En el caso del expresidente Hipólito Mejía que hizo uso de la
reelección presidencial, también fue derrotado en las elecciones nacionales del
año 2004, claro que no podemos decir que no hizo uso de los recursos del
Estado, sí lo hizo porque todos los gobierno lo hacen, pero no en la dimensión
en que lo hizo el expresidente, Leonel Fernández Reyna, y precisamente eso
contribuyó en parte a la derrota.
Ahora lo que deseo enfatizar es que desde el gobierno también
se pierde, y es precisamente lo que le ocurrirá al presidente Danilo Medina
Sánchez, porque si bien es cierto que
las condiciones que vivía el país en las épocas de Balaguer, Jorge Blanco y
Mejía son diferentes a las de ahora, no es menos cierto que el actual gobierno
adolece de credibilidad, aparte de que no ha podido resolver los principales
problemas que padece el país a lo largo de
16 años de gestión del peledeísmo.
Y si pasamos al plano internacional, igual nos encontraremos
con ejemplos parecidos a los nuestros. Por lo pronto, en la República de Argentina
el partido oficial de la expresidenta Cristina Fernández de Kirnneth que
supuestamente era el favorito en las encuestas, perdió las elecciones de la
oposición en segunda vuelta de Mauricio Macri, actual presidente de esa nación.
Otra reelección derrotada fue la de Daniel Ortega Saavedra,
presidente de Nicaragua cuando compitió con Violeta Chamorro, que representó a
la oposición de ese entonces.
Si bien es cierto que Medina Sánchez tiene a su favor el
aparato del Estado y los recursos económicos, también hay que decir que ha
hecho un gobierno apoyador de la corrupción, que no ha podido controlar la delincuencia
ni el desempleo y que además ha provocado la carestía más alta en la historia
de la canasta familiar.
Pero igual ha sido el gobierno que más impuestos a colocado
al pueblo con una voracidad increíble hasta al punto que la sociedad lo ha
interpretado como una forma de que el pueblo pague con dichos tributos los
recursos que dilapidaron sus antecesores compañeros de partido que tuvieron en
el gobierno.
Y, ni decir, de un presidente que dice una cosa y hace otra,
como por ejemplo, cuando dijo en su discurso de toma de posesión que hasta por
el rumor público actuaría en contra de la corrupción, y sin embargo, en su
gobierno han existido grandes actos de corrupción (Oficina Supervisores de
Obras del Estado, las compras sobrevaluadas de terrenos en el Ministerio de
Educación, entre otros) y nadie, absolutamente nadie ha sido sometido ni
condenado por la justicia.
Además hay que tomar en cuenta la división interna-palpable-
del PLD, la cual ha hecho que algunos partidos aliados se hayan ido del frente
progresista del partido oficial. Es una realidad que un partido en el poder que
haya acudido dividido a unas elecciones, ha sido muy difícil por no decir imposible que gane dichas
elecciones, y ese factor se está dando dentro del gobierno del PLD, por lo que
es casi seguro que Danilo Medina Sánchez
pierda las próximas elecciones de mayo.
Lo menos que esperamos es que la mayoría del pueblo dominicano
radicado en República Dominicana y aquí en el extranjero sepa decirle al PLD y
su Presidente Danilo Medina Sánchez que ya está bueno de mentiras, abuso de
poder, corrupción e incapacidad para resolver los grandes problemas del país,
depositando todos.
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