Elías Brache. |
“El que no sabe es
como el que no ve” (Refrán).
Algunas personas aún no salen de su asombro por el hecho de
que Danilo Medina haya “ganado” las elecciones, otros sabíamos que era
imposible que perdiera.
Es menester entonces explicar cómo se bate el cobre.
Desde ya hace muchos años las elecciones no tienen que ver ni
con propuestas, ni con popularidad, por eso incluso algunos candidatos no van a
debates.
Las elecciones se ganan con cuartos, a papeletazo limpio.
El sistema es muy sencillo, se determinan cuantos votantes
hay en una demarcación, y se le resta un aproximado de los votos que se sabe se
tiene (miembros del partido por ej.), después se presupuesta una cantidad de
dinero que permita con los restantes, una de dos:
A) A) Comprar los votos
B) B) Comprar la
cédula
Esto es aparte de cualquier infiltración para fines de fraude
que se haya hecho a nivel de jueces, en las juntas municipales, mesas
electorales, custodia de urnas, etc.
De hecho, por el mecanismo de compra de cédulas es que
erróneamente se plantea que hay una inmensa abstención, no lo es, lo que hay es
una masa infra educada dispuesta a vender un derecho constitucional y un
corruptor con recursos, al realizarse la transacción y no votar pues aparece
como abstención.
Este mecanismo se utiliza a todos los niveles y funciona a la
perfección. No es muy efectivo en muy pocos lugares, uno de ellos sería la
Circunscripción 1 del Distrito Nacional, ¿Por qué? porque en esa demarcación
gran parte de los votantes poseen una educación y conciencia democrática de
nivel alto y no necesitan de dinero para sobrevivir.
Para ser más claro, pocos de los que vivan en esa zona
necesitan $1000 o $2000 pesos, eso es todo.
De la única forma que este artilugio no funciona es en
comunidades donde un candidato sea verdaderamente aborrecido o donde haya
facciones del mismo partido en pugna, como pasó en ciertos lugares.
Ahora bien, y retomando la compra masiva de conciencias,
¿Cuánto dinero se necesita? mucho, pero en el caso del PLD hay y sobra, con un
solo ejemplo entenderán:
La central eléctrica de Punta Catalina se dice sobrevaluada
en $1000 millones de dólares, o sea conservadoramente $45,000 millones de
pesos.
El “triunfo” del PLD se logrará con menos de tres millones de
votos, si dividimos los $45,000 millones de pesos de sobrevaluación en los tres
millones de votantes (y no hay que comprarlos todos) se pueden disponer de
$15,000 pesos por votante.
Da y sobra.
Sobra tanto, que puedes suponer casi exactamente con qué
porcentaje vas a ganar y sutilmente $$$ hacerlo saber a las firmas
encuestadoras. Así parece que ciertamente ganaste en buena lid y que eso lo
confirman las encuestas previas.
Un negocio redondo, ganar – ganar, yo gano el poder y tu
conservas tu prestigio como encuestadora, si no entras en el juego pues harás
el ridículo y quebrarás, pues tus números nunca presentarán la realidad que yo
controlo de acuerdo a cuantos votos compre.
Las elecciones en República Dominicana son una farsa, y las
razones que lo convierten en ello están más allá de cualquier remedio inmediato
como nuevas elecciones, cambiar jueces, proclamar ley de partidos, etc.
Por demás, actas alteradas, urnas perdidas, votos quemados,
todo eso es colateral, juego de niños.
Se han creado varias generaciones de votantes que asumen el
día de las elecciones como un día para “guisar”, desmontar esa cultura
edificada por absolutamente todos los partidos, repito, todos los partidos,
tomará muchos años.
No dejes que se burlen más de ti, el que tenga más cuartos,
ese gana, el que te diga otra cosa, dile que te lo demuestre, te miente.
En República Dominicana, así es que se ganan las elecciones.
Por Elías Brache
eliasbrache@gmail.com
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