ATMÓSFERA DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El Banco Central subió 25
puntos a su tasa de política monetaria, en una medida preventiva con
efectividad a partir del primero de agosto y dirigida a ir desmontando los
estímulos monetarios establecidos a mediados del año pasado para sacar la
economía del letargo en que había caído en el primer semestre.
En su reunión de política monetaria correspondiente al mes de
julio, el Banco Central aumentó de 5.25 a 5.50% la tasa de política monetaria
(TPM), que es una referencia, una especie de “señal” que envía la institución
de hacia dónde y por dónde deben andar las tasas de interés en el mercado.
La decisión impactará la estructura completa de tasas de
interés vinculadas a la Política Monetaria.
En un comunicado, el Banco Central dijo que de acuerdo a su
esquema de gestión de liquidez de corto plazo, la tasa de depósitos remunerados
(overnight) sube de 3.75 % a 4.00 % anual y la tasa de las facilidades
permanentes de expansión (repos), se incrementa de 6.75 % a 7.00 % anual.
La señal alcista fue tanto para las operaciones pasivas (de
depósitos) como de las activas (préstamos).
El comunicado explica que la decisión fue adoptada luego de
analizar el comportamiento de la economía dominicana, que ha estado creciendo
por encima de su potencial con perspectivas de mantenerse así por el resto del
año, y también para evitar que por el aumento de las tasas de referencias que
ha estado aplicando la Reserva Federal de los Estados Unidos, la brecha con
relación a las tasas de interés en el país se amplíe, con efectos adversos para
la economía criolla. Cita que internamente, la actividad económica continúa
evolucionando favorablemente como refleja la trayectoria que lleva el indicador
mensual de actividad económica (IMAE).
Según datos preliminares, el IMAE creció
un 6.6% acumulado de enero-mayo de 2018, con lo que la tendencia-ciclo del IMAE
se expande a una tasa anual de 6.9% en el mes de mayo, “proyectándose que la
economía se mantendría creciendo por encima de su potencial a lo largo del año.
En la medida que esta senda de crecimiento se mantenga y genere presiones sobre
los precios domésticos futuros, la política monetaria continuaría moviéndose
hacia el retiro del estímulo monetario puesto en marcha el pasado año”.
El
propósito de ese retiro de incentivos monetarios es evitar “desvíos importantes
en el diferencial entre las tasas de interés domésticas y las de EUA, lo que de
ocurrir pudiese tener un impacto macroeconómico adverso”.
En su comunicado, el Banco Central reafirmó su compromiso de
conducir la política monetaria al logro de la meta de inflación y el
mantenimiento de la estabilidad macroeconómica y dijo que de ser necesario, la
institución se encuentra preparada para continuar normalizando su política
monetaria en los meses siguientes, en consonancia con la evolución de la
economía mundial, así como con los principales riesgos domésticos.
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