Por Antonio Ciriaco Cruz, economista y vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
ATMÓSFERA DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El gobierno dominicano
acaba de colocar en el mercado internacional de capitales bonos globales o
soberanos por un monto de US$ 1,300 millones de dólares, a un plazo de 10 años
y una tasa de 6% .
Esa colocación de bonos, que es la segunda que el gobierno
realiza en lo que va de año, y que sumada a la colocación de US$1,000 millones
de dólares en febrero de este año, suman US$2,300 millones dólares, mientras en
el proyecto de presupuesto del año 2018 se consignaron US$2,100 millones de
dólares(US$200 millones de dólares adicionales a lo aprobado en el
presupuesto).
Por otra parte, las calificadoras de riesgos más importantes
dan una calificación soberana a los bonos dominicanos de Ba3/BB-/BB-, lo cual
significa que los inversionistas que adquieren los bonos del país están
conscientes de los riesgos y las condiciones económicas, políticas o de los
ciclos que pueden afectar la capacidad de pagos de esos bonos.
Creo que las autoridades dominicanas están creando una
burbuja con la deuda pública dominicana, en el sentido que la deuda dominicana
ha venido creciendo cada vez más y que finalmente ésta podría estallar; y más
si observamos un entorno internacional cada vez más adverso e incierto (aumento
de las tasas de interés a nivel internacional y precios del petroleo cada vez
más altos). Eso podría ocurrir con la deuda pública dominicana.
En realidad hay una carrera peligrosa e indetenible en el
endeudamiento público. Mientras la deuda pública creció al 13.5%, la economía
lo hizo en un 6.5% en los últimos años. Ya la deuda Pública llega a un monto de
US$41,471 millones de dólares, incluyendo la del Banco Central(US$11,094.58
millones de dólares).
Esto representa el 52.99% del PIB y el 365.38% de los
ingresos tributarios. Esta configuración de la deuda pública plantea grandes
implicaciones a la economía y en particular a las finanzas públicas:
a)- Limita la capacidad de la inversión pública ya que gran
parte de los recursos futuros se dedican a pagar más recursos por intereses y
amortización de la deuda pública.
En los actuales momentos, el gobierno destina el 24% de los
ingresos corrientes al pago de intereses de la deuda ($134,665 millones de
pesos) y si se añade la amortización de la deuda, el servicio de la deuda
llegará este año 2018 al 50% de los ingresos corrientes ($301,443,550 millones
de pesos).
b)- Necesariamente, en algún momento, este endeudamiento se
hará insostenible ya que el gobierno no podrá seguir esa carrera de
endeudamiento por las restriciones que impone el entorno internacional de altas
tasas de interés.
Por lo que necesariamente, el gobierno tendrá que revisar su
estructura de gasto, las exenciones tributarias y seguir combatiendo la evasión
y elusión fiscal; y por supuesto convocar a un gran pacto fiscal donde todas
las falencias o deficiencias del gasto público se corrijan y se establezca un
gran “Contrato Social” con el ciudadano dominicano.
0 Comentarios
Tu comentario es importante