Por Manuel Hernández Villeta.
ATMÓSFERA
DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Mientras se va calentando el músculo para las
venideras elecciones municipales, congresuales y presidenciales, queda pendiente
el discurso que se va a levantar. Es un juego de sobrevivencia. Hay etapas
donde el oficialismo está fuerte y la oposición débil, pero también hay
nebulosas para todos los sectores.
El
gobierno tendrá que dar respuestas en el tramo electoral a tres aspectos de la
vida político nacional que son gravitantes. La corrupción, la violencia o
inseguridad ciudadana y los aumentos escalonados en productos de primera
necesidad.
Para
la oposición lo más importante es preparar un programa de unidad de todas las
fuerzas políticas que adversan al Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Es tarea
difícil, porque todos quieren principalías en los acuerdos, pero únicamente el
Partido Revolucionario Moderno (PRM) tiene fuerzas para encabezar ese planteamiento.
Sin
embargo, los temas son comunes al oficialismo y a la oposición. El electorado
espera señalamientos básicos sobre sus principales problemas, aunque se
impondrá la máxima dominicana de que la victoria llega el día de las elecciones
con un fardo de pesos en las manos.
Aparte
de su unidad interna, y de que pase la Reforma Constitucional que permita la
reelección, el oficialismo deberá dar respuestas a las inquietudes sobre
corrupción, los temores por la inseguridad ciudadana y el crecimiento sin
control del agiotismo y la especulación.
Más
que promesas, de ahora en adelante se tiene que trabajar para cambiar la cara a
estos tres aspectos, que de una forma u otra serán punta de lanza de los grupos
opositores. Hay que tener soluciones, más que respuestas. Seguridad a los
ciudadanos de que los culpables de malversación de fondos públicos irán a la
justicia, de que se enfrentará a la delincuencia y de que la comida llegará a
todos buena y barata.
La
oposición carece de discurso. Se encuentra maniatada en su propia salsa. Juega
a esperar el desenlace de la crisis del PLD. Si Danilo se repóstula o si Leonel
se va como candidato. Quiere el baile de
tres aspirantes, y jugar a la segunda vuelta. Piensa que si Leonel va, nadie
gana en primera vuelta.
De
ahí que hay un sector del PRM que cree conveniente la repostulación, para que
se produzca la división del PLD. Consideran que ese paso llevaría a una segunda
vuelta electoral, donde con acuerdos puntales, se podría derrotar la
reelección. Siempre y cuando el PRM llegue en segundo o primer lugar.
Lo
cierto es que la brega política dominicana es manejada en estos momentos por el
tema de la reforma Constitucional, y Danilo Medina la pondrá en el tapete
cuando él lo considere necesario y sea el mejor momento para sus intereses. En
la Asamblea Revisora se gana por votos de senadores y diputados. Y dicen
las malas lenguas, que hay millones de
buenos consejeros trotando. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
0 Comentarios
Tu comentario es importante