ATMÓSFERA
DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El licenciado Luis Abinader, aspirante presidencial
del Partido Revolucionario Moderno (PRM), expresó este domingo su confianza en
que el magisterio nacional será un pilar fundamental de la superación de la
quiebra institucional y ética que vive el país, y darle impulso al proceso de
renovación y cambio que debe emprender la sociedad dominicana.
El
economista y líder político emite sus consideraciones en un mensaje dirigido a
todos y todas las maestras dominicanas, en ocasión de celebrarse hoy el Día del
Maestro.
A
continuación el texto completo del mensaje:
Con
elevado sentido de admiración, respeto y agradecimiento les envío un abrazo
cálido y amoroso a todos ustedes, maestras y maestros que, con dedicación y
amor, entregan lo mejor de sí a nuestros hijos, convirtiéndose en sus segundos
padres.
Les
reitero nuestro compromiso solemne de que, en el gobierno del cambio, ustedes
serán los primeros funcionarios.
La
recuperación moral y ética que tanto requiere la sociedad dominicana,
especialmente la administración pública, necesita de los valores, la entrega y la
vocación de servicio que caracterizan al buen maestro.
Nuestros
niños, jóvenes y adolescentes han de beber de la fuente de ustedes y de la
escuela toda la ciudadanía, el civismo, la responsabilidad y el patriotismo
necesarios para construir juntos el país próspero, justo, incluyente, solidario
y decente a que aspiraron los patricios que nos hicieron una nación libre e
independiente.
Pero
deben encontrar las jóvenes generaciones la fuerza del ejemplo, para aprender a
vivir con dignidad, como una familia grande y unida, transparente y respetuosa
de las leyes y de sus semejantes.
Es
muy grande y pesada la carga que sobre sus hombros recae hoy, especialmente por
la quiebra institucional y ética que emana como mal ejemplo desde los que
controlan todos los poderes; pero sé que ustedes pueden y confío en que, con la
ayuda de los buenos dominicanos, vamos a levantar generaciones de gente buena,
bien formada, inspirada en valores.
Por
eso, reitero mi sagrado compromiso de reivindicarlos, haciendo lo necesario para
elevar al máximo su nivel de formación, creando las condiciones materiales y
técnicas para el éxito de su labor y mejorando sustancialmente sus condiciones
de ingresos, permanencia y retiro para que, unidos, alcancemos la educación de
calidad que los tiempos nos demandan y la vida digna y feliz que ustedes bien
merecen.
¡Dios
bendiga a todos nuestros maestros y maestra…
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