Por
Andrés Gómez Solís/ número de colegiado 048.
ATMÓSFERA
DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Después de estar ausente de las actividades gremiales
por un largo tiempo, he tomado la imperiosa necesidad de hacer una pausa, no
porque me entusiasme mucho, sino para tratar, con lo que pueda aportar, a que
el retroceso retorne a cobijarse en el entresijo del Colegio Dominicano de
Periodistas (CDP).
Grandes
jornadas de lucha tuvimos que librar para lograr un instrumento que pudiera
proteger a los periodistas dominicanos, el cual aún dista mucho de ser una
verdadera entidad profesional como anhelábamos un grupo de soñadores como Juan
Bolívar Díaz, el Chino Bujosa, Rafael Polanco, Wilson Suazo, Rafael Méndez,
Rafael G. Santana, David R. Lorenzo, Tomas Cordero, Frank Peña, entre otros
destacados luchadores, porque por desidia y e intereses grupales, nos
apartamos del camino correcto que era de construir un CDP vigoroso y auto sostenible.
El
CDP nació atado a los intereses de los grandes diarios y agencias
publicitarias, con Germán Emilio Ornes, a la cabeza, en esa época, director del
periódico El Caribe.
Sin
embargo, ya creado, ese adefesio, nadie le interesó hacer alguna iniciativa
seria y responsable para adecuar la Ley de colegiación por sendero correcto,
sino que se cogió la vía más fácil, la de hacerse el loco, y transitar el mundo
de la mendicidad pública, en donde muchos vivieron de la publicidad de los
gobiernos de turnos, y otros, hasta aspiraron a cargos electivos usando al CDP
de transpolín.
Ante,
todo esto, he decido endosar mi respaldo a la campaña a la presidencia del
periodista David R. Lorenzo, un gremialista, al igual que yo, de profundas
raíces de trabajo tesonero en beneficio de nuestro sector.
Con
esta decisión, no solo busco que el CDP vuelva a los negocios turbios, al
tráfico de influencia y a la cultura de la mendicidad, sino que la nueva
dirección se enfoque a trabajar en beneficio de todos colegiados, sin importar
grupo, colores partidarios, y sin rencores. Porque, de lo contrario, me tendrán
de frente.
0 Comentarios
Tu comentario es importante