ATMÓSFERA
DIGITAL, SANTO DOMINGO.- En ángulo importante de su última pastoral, los obispos de la
iglesia católica tratan un tema de gran
peso histórico y de reflexión. Es en torno al documento leído en los
templos en el año 1960, cuando el
régimen de Trujillo se comenzaba a
resquebrajar, luego de la expedición del
14 de Junio del 1959 del Movimiento de Liberación Dominicana.
Los
obispos destacan la Carta Pastoral de 1960, donde se dieron a conocer los
crímenes de Trujillo y se tomó una línea de distancia y denuncia
del régimen. Dicen que el documento irradió luz ante el sufrimiento
impuesto por la tiranía que imperó por tres décadas. Cierto, esa Pastoral le dijo al pueblo dominicano lo sanguinario que
era Trujillo, pero la iglesia no se hizo la auto-critica.
La
cúpula católica fue durante esos treinta años el sostén ideológico y de
confesionario del régimen. Su principal aliado. Es válido que los obispos
destaquen el documento, pero también debieron darse golpes en el pecho por haber sido la
iglesia una de las columnas de sostenimiento de Trujillo. Era y es necesario un Mea culpa.
La iglesia tiene que enfrentar su pasado.
En
otro orden, el derecho inalienable a la vida es tratado por los obispos en su
Pastoral del Día de la Altagracia.
Fueron pequeños enunciados, porque trataron muchos temas de segundo
orden, luego de abordar la situación electoral.
En la
República Dominicana se tiene que mantener el espíritu del respeto total a la
vida. En ninguna de sus variantes hay pena de muerte. Ni con intercambios de
disparos, ni acciones de pandilleros en las calles, ni con los feminicidios, ni
a través del aborto.
Callados
durante un tiempo, los obispos vuelven con el tema del aborto. Se oponen radicalmente
a la interrupción de la vida, aún sea en la etapa básica de la gestación. Los
abortos ilegales son una realidad en el país. Es la forma de interrumpir
los colaterales de relaciones sexuales
desenfrenadas.
El
aborto por falta de control de un momento de placer es inaceptable. Bajo la
única condición en que el aborto podría ser permitido es si lo autoriza una
junta de médicos, luego de consulta con la familia y la mujer que corre peligro
de vida si continúa el embarazo.
Pero
la iglesia no puede ser radical, tiene que escuchar las opiniones de las
feministas, pero siempre levantando la idea de que el aborto no es aceptable,
salvo que sea por estricta recomendación de una junta de médicos. Diálogo y
consenso en este tema. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
0 Comentarios
Tu comentario es importante