Por
Danilo Cruz Pichardo.
ATMĆSFERA
DIGITAL, SANTO DOMINGO.- En 42 aƱos de ejercicio periodĆstico --los Ćŗltimos 34 dedicados al gĆ©nero opinión,
mediante la elaboración de artĆculos— siempre he abordado temas de interĆ©s
nacional, sobre todo de actualidad, de esos que ocupan los titulares de los
diarios. Hoy harĆa una excepción, tratando un aspecto particular, aunque puede
resultar comĆŗn, en cierto modo, a muchas
personas que estuvieron en la franja del PRM y partidos aliados en la pasada
campaƱa electoral.
Debo
decir que necesito muy poco para vivir. Nunca he hecho vida nocturna ni he ido
casinos, no fumo, no bebo ni tengo hijos
chiquitos. Vivo de mi sueldo de la UASD y no tengo que pagar casa. No he sido
funcionario en ningĆŗn gobierno y descarto que vaya a morir por ese motivo.
Conmigo no hay problema.
El
problema estĆ” en los compromisos morales con mucha gente. Sobre todo con
personas que estuvieron a mi lado en la pasada campaƱa electoral apoyando al
licenciado Luis Abinader, hoy presidente de la República, a través del Movimiento
de PeƱagomistas AutƩnticos, el cual me honro en presidir.
VisitƩ
a mĆŗltiples instituciones pĆŗblicas con la finalidad de colocar a algunos de los
compañeros que estuvieron con el suscrito en el movimiento, pero ningún
funcionario me recibió. Hablé de mi trayectoria a la asistente de un ministro y
no dejó que termine mis palabras. “Esta institución no es polĆtica”, me increpó
la dama.
Para
mà nada busqué. Empleo tengo en la UASD desde mayo de 1980
Admito
que un gran inconveniente consiste en desconocer a la mayorĆa de los
funcionarios, empresarios muy jóvenes y sin carrera polĆtica (son apolĆticos).
Y parece que ellos tampoco me conocen a mĆ, lo que revela que no leen
periódicos. Y si no leen siquiera periódicos es de dudar de las tres y cuatro
maestrĆas que se atribuyen haber cursados en universidades estadounidenses.
La experiencia ha sido dolorosa. El jueves
retornó a Estados Unidos una hija nuestra que vino para la campaña electoral a
ayudarme en el movimiento de apoyo a Luis Abinader y al PRM. Ganamos las
elecciones, pero a seis meses de gobierno no pude hacer nada por ella, a pesar
de ser una dama de alta calificación académica.
Ante la situación descrita exhorto a los
compaƱeros, amigos y antiguos alumnos, que me escriben por el whatsapp, para fines de ayuda de trabajo, a que acudan
a las instancias correspondientes, a los funcionarios en capacidad de resolverles. No tengo empleos
para compaƱeros.
El literal a), numeral 2), del Art. 128 de
la Constitución de la República es muy claro en torno a lo referente a las
atribuciones del presidente de la República, por lo que el amigo y compañero
Luis Abinader tiene el derecho de rodearse del equipo de hombres y mujeres que
estime mƔs conveniente por lo menos a su persona. Que gobierne con la gente con
la que se sienta cómodo.
De manera que, la decepcionante experiencia del suscrito, en procura de empleos para compaƱeros, no me lleva a formular sugerencias al jefe de Estado, mucho menos a profetizar consecuencias polĆticas. Me limito a narrar la situación de forma pĆŗblica, mientras otros tantos optan por hacerlo privadamente.
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