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Por Manuel Hernández Villeta.
ATMÓSFERA DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Detener a una persona
porque se considera que tiene un perfil sospechoso por la ropa que viste, puede
ser calificado como un abuso o una
improvisación. Es muy sugestiva la idea del delincuente porque se tenga un
abrigo, una capucha, una mascarilla y lentes oscuros.
Nada prohíbe a las personas usar la ropa que le venga en
gana, además, la mascarilla es obligatoria, y los lentes oscuros se usan de día
para protección del sol. La capucha, que tapa la cara y la cabeza, podría
ocultar la identidad.
La policía tiene que afinar sus métodos de investigación, y
en base a que una persona tenga un perfil sospechoso se debe comenzar el
siguimiento. Es una mala práctica detener para luego investigar. En principios,
el ciudadano tiene derecho de ir donde quiera, y de vestir como le gusta.
La policía no puede llevar a cabo redadas masivas contra los
que tienen un perfil sospechoso porque utilizan abrigos. Una medida de ese tipo
haría perder la credibilidad de la uniformada entre los ciudadanos. Hoy de lo
que se trata es de qué la Policía Nacional cambie viejos métodos y se apreste a entrar
en el progreso y la integración.
En el marco de una reforma policial hay que suspender
cualquier práctica que pueda lesionar los derechos individuales de los
ciudadanos. Es una torpeza esgrimir un perfil sospechoso para detener por
utilizar determinado tipo de ropa.
La policía si tiene todas las atribuciones de pedir a un
ciudadano su identificación, y de preguntarle las razones de que este parado
largo rato en una esquina. Le puede solicitar que se quite la capucha, con la
suficiente cortesía.
No es civilizado, la detención pura y simple, porque se viste
una prenda que se vende en cualquier tienda. La policía está para cuidar al
ciudadano y no para aplicar medidas que son molestosas.
Esta acción que se ha estado implementando en la zona Este
del país, se puede considerar un hecho aislado, un exceso de autoridad y una
falta de tacto en su implementación pura y simple, por lo que se debe quedar
ahí. Debe ser descontinuada de inmediato.
Esta medida es tan odiosa como las redadas preventivas, que
hace varias semanas fueron suspendidas por disposición del director general de
la Policía. Ya pasó la época del tránquelo y después se investiga.
Para bajar los índices de criminalidad se necesita mayor investigación. Sin acercamiento a la comunidad, no podrá haber una exitosa lucha contra el crimen. La policía está para dar confianza y seguridad al ciudadano y cualquier medida que se pueda interpretar de odiosa, debe ser eliminada. Apoyamos la lucha contra el crimen, inclusive utilizando el puño de hierro, pero respetando los derechos del ciudadano. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
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