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Por Mario Lara Valdez.
ATMÓSFERA DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Desde su entorno familiar
santiaguero hasta su paso por Carolina del Norte, en los Estados Unidos,
regresando a desarrollar una gestión recordada como secretario de Agricultura,
logrando tiempo después llegar a la Presidencia de la República y hoy en día en
sus ocho décadas, Hipólito Mejía sigue activo en los sectores sociales y
políticos.
Un entorno dinámico, entrelazado por la naturaleza humana que
combina experiencia de los años y energía de la juventud, que es la fuente que
mantiene activo al expresidente de mirada fija, así como también de un análisis
rápido al ver una persona.
Apegado a su familia y amigos, pero conocedor de los sabores
amargos que trae la traición y fidelidad en el ser humano, logrando comprender
al ciudadano, así como cada sector de la sociedad dominicana como siempre supo
entenderlo Joaquín Balaguer Ricardo, expresidente de la República Dominicana.
Hipólito Mejía Domínguez es uno de los políticos más
difíciles de analizar, ya que aunque habla de manera directa, pero su habilidad
para ver más allá y conocedor de todas las clases sociales deja caer fichas
marcadas y no marcadas para entonces poner a otros a desclasificar.
En esa forma de manejarse de un Hipólito frontal, prudente y
practicante fiel rabiosamente a la amistad, así como valiente en su vida
pública y privada que ha logrado superar momentos difíciles.
Hoy en día podemos encontrar en este político dominicano y, sobre todo, ciudadano que encierra esa inteligencia natural del hombre rural, complementada por los conocimientos académicos, pero lo más importante esa experiencia que regala la vida en sus diferentes etapas.
Desde su natal Gurabo, en la provincia de Santiago, así como
su inseparable compañera de vida Rosa Gómez de Mejía, pero también los padres de su
amigo Iván Guzmán Klang, así como otros amigos arrebatados por la muerte, pero
también mantiene a su lado aquellos amigos para discutir y luego darse cariño,
podemos decir que en Hipólito Mejía tenemos alguien que no podemos solo
analizarlo por lo que dice, ya que sus acciones posiblemente sean más elocuentes.
Hombre de olfato agudo, malicioso, frontal, estratega por
naturaleza, conocedor de las características humanas, así como también una
muestra del dominicano que logra escalar en lo social, económico y político,
como tenemos de ejemplo a un Don Antonio Guzmán Fernández, José Francisco Peña
Gómez, Avelino Abreu, Pedro Antonio
Rivera, Víctor Méndez Capellán, entre otros más que lograron superar obstáculos
llegando a la cima en sus respectivos sectores.
Logrando acumular ocho décadas entre risas y unas cuantas
salidas inesperadas, pero que es parte de su personalidad (que podemos hacer
jajajajaja Jajajajaja), dejando de lado su estilo podemos decir que todavía
mantiene esa energía característica de un real político (que ya casi no existen).
logrando atraer miradas y comentarios en su presencia.
Es posible que Hipólito esté en la etapa final de su
participación en la actividad política, es posible deje de lado su condición de
profesional agropecuario y empresario de ese sector.
Pero no cabe duda de que el expresidente Hipólito Mejía deja
un legado de gran importancia que va hacer ejemplo de todas las generaciones de
dominicanos y dominicanas.
Nota: El director del medio digital comercioenlacalle.com y director
de Organización de la Sociedad Dominicana de Medios Digitales.
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