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Por Amelia Reyes.
ATMÓSFERA DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Si el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) tenía alguna esperanza de liberarse en parte de las seguras condenas penales por corrupción de gente de su partido gravemente involucrada, desacreditando el trabajo del Ministerio Público, acaba de arruinar esa ilusión.
Se adelanta que esa campaña del PLD para degradar la labor de los fiscales fortalecerá la determinación del ente investigador por conseguir condenas fuertes en los tribunales.
La magistrada Mirian Germán Brito acaba de dar un vigoroso apoyo al trabajo de los investigadores de los actos de corrupción y ha rechazado los intentos de desmeritar sus acciones.
Este ha sido uno de los más recientes errores cometidos por la dirección del PLD como resultado de su desesperación por protegerse del daño político que sufre su imagen e intentos de retornar al poder.
No es la primera vez que miembros del PLD intentan desprestigiar la figura de Miriam Germán Brito. Durante la sesión de evaluación del Consejo Nacional de la Magistratura en 2019, presidida por Danilo Medina, fue maltratada y humillada con ataques personales.
En el ámbito judicial se asegura que
el liderato del partido morado falló en sus cálculos al considerar que ganarían
simpatías de la población acusando al Ministerio Público de estar politizado
por abrir procesos penales anticorrupción.
Se entiende que lo que ha abierto el Peledeísmo es un nuevo espacio de pruebas de que apoyan la corrupción y que no
respetan los procesos penales ni las decisiones de la justicia ante estos
casos.
Durante meses, el PLD ha insistido en la inocencia de sus dirigentes y exfuncionarios, encartados por desfalcos y robos millonarios al Estado.
Ante esto, la última versión del expresidente Medina, que considera el procesamiento penal contra sus partidarios como un acto de persecución política, choca de frente con la confesión de varios de sus defendidos que ya admitieron los hechos, devolvieron millones de pesos e hicieron confesiones cruciales.
Lo que parece seguro es que la cúpula del PLD luchará hasta el último momento con sus alegatos de inocencia y persecución política, que al final no prosperarán y tendrá que conformarse con las condenas. Haber ofendido al Ministerio Público le ha echado más gasolina al fuego que sufre la hacienda política del PLD.
Esto se deduce de la respuesta de
la procuradora general de la República, Miriam Germán, que ha juzgado como “un
despropósito” querer “enlodar el trabajo” del Ministerio Público para reducirlo
a un instrumento de venganza política.
La magistrada Germán también dijo, en lo que parece una respuesta al alegato de Medina sobre alegada persecución política, que los casos de corrupción se han ido judicializando a medida que las posibilidades probatorias y operativas lo han permitido. A más de los bien conocidos robos de los recursos públicos, los defensores de imputados por corrupción avalaron el uso de fondos robados para unas primeras internas en la que abusaron de Leonel Fernández y le denigraron públicamente para echarlo a un lado.
El PLD también ha calificado de dictador al presidente Luis Abinader, pide la renuncia del director general de la Policía y ahora pretende establecerse como los más sanos y sin manchas del país.
Los intentos de dañar la reputación de los fiscales actuantes en estos casos perjudicarán más a los imputados porque, en lugar de amedrentarlos, les darán más motivos para actuar.
Esto fue lo que dejó entrever la
magistrada Germán Brito cuando reconoció el esfuerzo de trabajo conjunto de la
Dirección General de Persecución y la Procuraduría Especializada contra la
Corrupción Administrativa (Pepca).
Actualmente, el gran problema del PLD no es sólo el cúmulo de casos de corrupción contra su gente, sino su inclusión en una página de la historia en la que ya se sitúa en el lugar más escandaloso por corrupción de todos los tiempos.
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