Subscribe Us

 


Crisis Financiera  y Desequilibrios Globales
 Por: Antonio Ciriaco Cruz 
Sin lugar a dudas, una de las principales causas macroeconómicas que han dado origen a la crisis financiera ha sido la existencia de unos elevados desequilibrios globales en la cuenta corriente de la balanzas de pagos entre unos países con niveles muy altos de ahorro en relación a su gasto de consumo e inversión y otros con niveles muy elevados de consumo y/o inversión en relación a sus márgenes de ahorro. Los primeros han acumulado altos superávits externos por cuenta corriente y los segundos elevados déficits por cuenta corriente.
En 2008, el déficit por cuenta corriente de los Estados Unidos era de 600,000 millones de dólares y el superávit de los países emergentes y exportadores de materias primas y petróleo era de 900,000 millones de dólares. El transvase de este enorme exceso de ahorro de dichos países emergentes a Estados unidos y otros países desarrollados con déficit de ahorro tales como el Reino Unido, España y Australia ha supuesto una operación financiera de reciclaje de fondos muy importantes que ha producido distorsiones en los mercados financieros.
El debate sobre el reciclaje, parecido al reciclaje de petrodólares que surgió entre los exportadores de petróleo y gas y los países desarrollados tras la primera y segunda crisis petrolera de los años setenta, se ha concentrado esta vez fundamentalmente entre china y Oriente Próximo con exceso de ahorro y Estados Unidos con exceso de inversión y de consumo.
Sin embargo, los dos canales principales por los que los desequilibrios han participado en el origen de la crisis financiera han sido el de la intermediación de dichos flujos entre los países desarrollados y el de sus impactos sobre el enorme aumento de la liquidez mundial, la consiguiente caída de los tipos de interés reales, así como la volatilidad en los mercados financieros, lo que ha forzado una necesidad creciente de buscar rentabilidad más elevadas por parte de los inversores en los países desarrollados y de una búsqueda creciente de activos seguros y de bajo riesgo en los que invertir, por parte de muchos inversores, especialmente los soberanos y públicos en los países en desarrollo y emergentes.
Uno se pregunta: ¿Puede tener sentido que los países en desarrollo presten sumas gigantescas a países desarrollados como Estados Unidos para que sigan gastando sin límites?
Bueno, pienso lo siguiente: por un lado, la idea de que la globalización llevaría a un fuerte auge inversor en los países en desarrollo es demasiado simple ya que está basada en que estos países tienen salarios bajos y acceso a la tecnología, luego era el mejor sitio donde invertir; por otro lado, la idea de que el ahorro es más bajo en estos países pobres es igualmente demasiado simple.
Aunque esto es sin duda verdad, es solo una parte de ella, ya que el problema es más complejo, puesto que además de tener salarios bajos hay que poseer derechos de propiedad, poder hacer contratos que se cumplan, lo cual hoy día, esto es un gran problema en los países en desarrollo.
Por otro lado, la idea de que el ahorro sería muy bajo en estos países pobres es igualmente demasiado simple. Cuando la renta de la gente es muy baja no puede ahorrar, y si pueden y esperan que el futuro sea mejor, ahorrará todavía menos. Sin embargo China y otros países asiáticos en desarrollo tienen las tasas más elevadas del mundo ya que no existe una red de protección social tras la desaparición de sus grandes empresas públicas.
Pienso que el origen de la crisis está en estos elevados desequilibrios externos globales por cuenta corriente. Creo que será necesario que estos se reduzcan o eliminen para que la crisis sea definitivamente resuelta. El dilema actual es, por una parte, las distorsiones y el estrés que dichos desequilibrios globales han producido en los mercados financieros pueden continuar si estos no se reducen y, por tanto, alargar la crisis financiera. Por otro lado, si dichos desequilibrios se resuelven de forma abrupta, también puede provocar un desplome del dólar y otra ola de efectos negativos sobre el crecimiento mundial.

*Director del Instituto de Investigaciones Socioeconómicas (INISE)
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)    

Publicar un comentario

0 Comentarios