Por Robinson Castro.
SANTIAGO RODRIGUEZ, República Dominicana.- En
1861, los más distinguidos hombres de la común apoyaron la Anexión a España y la
comarca fue convertida en comandancia de armas.
Dos años después, Sabaneta se adhirió al
pronunciamiento restaurador de Guayubín ocurrido el 21 de febrero.
Al secundar al levantamiento de Guayubín, el general Santiago
Rodríguez, el 22 de febrero de 1863, se hizo cargo de la Plaza de Armas de Sabaneta
en compañía de los coroneles Pierre Thomas y José Martín.
El levantamiento de Sabaneta fue sofocado por
el general José Hungría, quien atacó la plaza con más de 1000 hombres.
Los patriotas sumaban total de 135, comandados
por el general Santiago Rodríguez, quienes opusieron resistencia al elemento español que
persistía en subyugarlos.
Al caer Sabaneta los patriotas se dispersaron
en distintas direcciones. El general Batista y el coronel Thomas fueron
apresados y trasladados a Santiago, donde lo ejecutaron en abril de ese año.
Otros se refugiaron en Haití, en donde organizaron los preparativos del Grito
de Capotillo.
José Cabrera se refugió en Capotillo y
permaneció en ese cerro hasta que se proclamó la Restauración de la República
el 16 de agosto de 1863.
Sabaneta fue el primer pueblo capturado por
los restauradores desde que se dio el Grito Restaurador.
Le correspondió la gloria de esa acción a uno
de sus fundadores, el general Santiago Rodríguez, quien ocupó la comarca con
ochenta hombres.
El pequeño poblado aportó hombres valientes y
temerarios a la gesta restauradora. También se pueden mencionar Anselmo Gómez
Lázaro, los hermanos Pascual y Tomás Saint-Hilaire y José mártir, quien murió
en combate contra las tropas anexionistas.
Los campos de la comarca fueron escenarios de
continuos movimientos guerrilleros en la Segunda República.
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