SAN JUAN DE LA MAGUANA, República Dominicana.- El pasado 17 de diciembre del 2012 los medios
locales de San Juan de la Maguana se hicieron eco de que el joven estudiante Edwin Guillermo de los
Santos Pimentel, hijo de una pareja de
reconocidos médicos, había sido baleado.
La información circuló por todos los medios locales digitales, y
el pueblo entero procuró asegurarse que lo peor no había sucedido, a pesar de
que esa era la intención de Jorge Ariel Mateo. La z101 se hizo eco de la
infausta noticia y se extendió aun más la desafortunada información que había
sucedido en el pueblo sureño, por lo que se
sumaron más testigos de la intención criminal.
La noticia circulaba con desinformación, las llamadas se producían
incesantemente y por las redes sociales era una sola voz “se necesita sangre B
positivo para “Guillermito”, “Edwin Guillermo”, el hijo del doctor De Los
Santos, de San Juan. A todo esto le seguían momentos de tristeza, angustia,
lagrimas de incertidumbre y aprensión por lo que pudiera suceder.
Todo esto lo había provocado Jorge Ariel Mateo, un muchachito hijo
de una viajera a España que le manda remesas para que sea un joven consentido y
poder cumplir sus sinnúmeros de caprichitos triviales y después mamá corre a
defenderlo con los Euros que trae y a eso llegan estos jóvenes, a la vista de muchos jóvenes que se daban
cita en un centro de diversión al aire libre, Jorge Ariel Mateo baleó caprichosamente,
con marcada intención y premeditación,
porque corrió el rumor de que él había planificado cometer el hecho, que horas más
tarde fue consumado.
La víctima, el joven de los Santos, hijo de los doctores Guillermo de los Santos Forbes y Eunice Pimentel, una reconocida pareja de
médicos, fue intervenido quirúrgicamente
con carácter de urgencia a punto de perder la vida.
Gracias al poder divino que
intercedió a través de los médicos que le asistieron y ese mismo día fue
inminente su trasladarlo a la ciudad
capital para ser sometido a una segunda intervención en menos de 24 horas por
la gravedad y critico estado de salud en
el que se encontraba en ese momento, ocasionado por Jorge Ariel Mateo, ya
reincidente en acciones similares, según el rumor de la comunidad.
La justicia escuchó esta noticia, ellos también fueron testigos de
los hechos. Posteriormente al cometer la
acción criminal contra un joven indefenso, que nunca ha portado ningún tipo de
arma, el imputado huyó, claro, como lo haría cualquier cobarde y canalla, para no ser aprehendido y
sin importarle el grave daño
emocional que ha ocasionado tanto a la víctima, como a toda su
familia y por demás a la sociedad.
Ahora después de habérsele dictado la medida de coerción por tres
meses de prisión, sin cumplirlos, según el rumor público, se presume la marcada
intención de dejarlo en libertad y sacarlo del país para que no enfrente su
responsabilidad por los hechos que se le imputan, los cuales están a la vista
de todos, que fue la intención de asesinar cobardemente a nuestro sobrino Edwin
Guillermo de los Santos.
Este hecho consternó a la sociedad
Sanjuanera, así mismo la incertidumbre se apodero de esta atribulada
familia, amigos y conocidos de la víctima,
un pueblo que se volcó a ofrecer su apoyo y mostrar una evidente
solidaridad y apoyo por el horrendo crimen perpetrando, un pueblo que ha sido
testigo al unísono de la angustia que aun estamos sintiendo por los daños
ocasionados y más aun si un asesino está disponible en las calles que no se
sabe que puede hacer antes de irse del país.
Todo este apoyo solidario del pueblo son esos testigos silente que
están ahí, presente y que rechazaría cualquier muestra de indicios de que este
proceso pueda estar parcializado. Tememos que este proceso que no sea justo a
la luz de la justicia.
Hay un hecho criminal, con una sola intención de eliminar y
asesinar un joven y es por lo que se pide y se merece una sanción
ejemplar. Que nos garantiza a la
sociedad y la familia que un individuo que “no se le apretó el pecho para
disparar a matar” se le pretenda variar la medida de coerción y que se burle de
la sociedad.
Como es posible que un
hecho que ocurrió a la luz de un pueblo que fue tan solidario, con una familia
que vivió irreparables y atribulados momentos, se le pretenda obviar y anular
variando una medida de coerción, que se puede considerar incalificable y pueda
ser obviado por la justicia y asesine en vida el joven De Los Santos Pimentel
como a la comunidad sanjuanera otorgando una libertad inmerecida, ya que
representa peligro de fuga, porque este no representa garantía y confiabilidad
para que la justicia otorgue libertad bajo nada.
Exigimos que, Jorge Ariel Mateo
responda por sus hechos y acciones que riñen contra la justicia y en
contra de la ley.
San Juan de la Maguana esta vigilante de lo que pueda suceder en
este día 20 de febrero del 2013 en su palacio de justicia, para “revisar esta
medida de coerción” Jorge Ariel Mateo debe cumplir con la medida de
coerción que se le impuso, por ser un individuo
que actuó con saña y agresividad en
contra un joven que no pudo defenderse.
Los hechos que acontecieron ese 17 de diciembre pasado están ahí, las
evidencias y las pruebas más claras no
pueden estar, son reales, están ahí, por lo que el Ministerio Publico debe
estar del lado de la victima que representa la sociedad. Esperamos que la
justicia sea justa...
Los hechos demuestran los daños físicos irreparables y los daños
emocionales con los cuales se está luchando a través de la asistencia de ayuda
profesional y demostrable que el
imputado ha causado a la víctima.
¡Queremos Justicia…que la justicia se imponga solemnemente…ya que
no podemos obviar nuestro único testigo, el pueblo que es la sociedad!!!!.
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