TAILANDIA.- Lee Charie, británico de 32 años, no recuerda haberse
caído de un balcón en Tailandia. Cuando se despertó, le habían quitado parte de
su cráneo.
Los médicos en Tailandia le habían cortado una parte para aliviar
la presión que se acumula en el cerebro.
Entonces, Lee llevó esta pieza de cráneo hasta casa en una caja de
poliestireno, con la esperanza de que los cirujanos del Reino Unido fueran
capaces de utilizarlo para reconstruir su cabeza.
Lee se encontraba de vacaciones en la isla de Koh Tao cuando se lesionó.
Sus recuerdos del imprevisto son confusos, pero su padre enseguida voló cuando
el accidente tuvo lugar en diciembre.
A Peter Charie le dijeron que su hijo se había caído de una altura
de más de 7 metros y que estaba inconsciente cuando le encontraron.
Finalmente, Lee Charie pasó un mes recuperándose en hospitales de
Tailandia, antes de su vuelo de vuelta a casa, en el Reino Unido, acompañado de
médicos.
Su padre fue quien llevó el cráneo seccionado que los doctores le
habían retirado. "No tuve ningún problema en pasar el control de aduana y
de seguridad", dijo.
Fuente: BBC mundo
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