Subscribe Us

 


Iván y la Rectoría de lo simple

Por Tony Pérez.
La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) corre hacia su quinto siglo de existencia (28-10-1538). Sus aportes a la sociedad dominicana no se discuten. Tampoco sus deudas sociales.

Las plagas del clientelismo, el populismo, el oportunismo, el egocentrismo, el endiosamiento,el amiguismo, el chantaje y la persecución al disenso, han volado y también se han anidado allí de tal manera que cada día más opinantes urgen su cierre para repensarla, si no privatizarla. Entendible en tanto tales tachas asustan al más guapo. Se prestan a dispersión de los limitados recursos recibidos del erario y a frenar la búsqueda de la calidad total.

Diferente, sin embargo, a esa posición de alto riesgo para el destino de los estudiantes pobres, pienso que los grandes cambios allí han de venir por lo simple. Y eso no significa ser menos desafiante.

Las nuevas autoridades universitarias que surjan del proceso electoral del 15 de febrero, harían un gran favor al país con tomar en cuenta los  pequeños detalles. Así disminuirían la dañina conflictividad entre los actores de la academia, mejorarían los servicios por parte de los empleados administrativos y la calidad de los egresados. Y con ello abrirían el camino hacia cambios estructurales.

No son tareas ciclópeas el garantizar aulas limpias, organizadas, climatizadas, iluminadas, con enchufes que sirvan, butacas necesarias y cómodas, pizarras, proyectores, escritorios y sillas decentes para los profesores. Tampoco el ofrecer a profesores y estudiantes baños limpios y que sirvan, con agua, jabón y papel permanentes. Menos hercúlea es la tarea de gestionar un proceso de actualización permanente del personal docente y a los empleados, sin que medie el amiguismo y la exclusión. No se requiere gran esfuerzo para rechazar la mala práctica de boicotear o acoger proyectos vitales para la institución, conforme conveniencias personales; o para diligenciar laboratorios modernos o establecer una plataforma informática eficiente. Ni para mantener buenas relaciones con el Gobierno y las fuerzas internas. Mucho menos para echar a andar empresas productivas, trabajar en equipo y establecer una mejor relación con la sociedad; ni evitar la politiquería y el uso de los espacios académicos para actividades partidarias.

La UASD necesita mucho dinero para atender a sus casi 200 mil estudiantes y mandarlos con calidad a la sociedad. Una perogrullada. Pero de momento creo que se queda sin razones cuando deja de resolver aquello que requiere, más que mucha plata, la fuerza de las buenas ideas y la voluntad.

Iván Grullón, candidato a rector, parece tener todas las de ganar en el próximo certamen. Ha logrado articular un potente equipo rectoral y el apoyo de una conjunción de fuerzas con ideologías distintas, sin abundantes precedentes en la historia de la UASD.

Formado en el rigor de la academia militar dominicana y, en francés, en las aulas parisinas, no creo que Grullón dé la espalda a la urgencia de las cosas simples. No sería suficiente su trayectoria de monitor, ayudante de profesor, profesor, director de escuela, decano y vicerrector, si su práctica no estuviera alineada con su discurso y sus cargos. Y eso es lo que vale. Porque muchos han ocupado las mismas instancias con resultados penosos.

Si llega a la silla de la Rectoría, ojalá siempre tenga presente al filósofo Lao Tsé, pues no lo imagino como los mediocres y mezquinos:

 “En el camino, lo grande se hace gracias a lo pequeño. Lo mucho está basado en lo poco. Por ello, los sabios presiden el mundo por medio del Camino: siendo flexibles y complacientes, imprecisos y sutiles, ven lo pequeño; siendo frugales y austeros, ven lo escaso. Porque ven lo pequeño, pueden realizar lo grande; porque ven lo escaso, pueden realizar lo bello… Los sabios son humildes y modestos, puros y tranquilos, deferentes en su hablar; es ver lo humilde. Tienen mentes abiertas y no posesivas; es  ver lo que falta. Porque ven lo humilde, pueden alcanzar las alturas; porque ven lo que falta, pueden alcanzar la bondad y la sabiduría. Los orgullosos no tienen éxito, los extravagantes no duran…”

Fuente: 7 días

Publicar un comentario

0 Comentarios