SANTO
DOMINGO, RepĆŗblica Dominicana.- Hoy, 9 de diciembre de 2004, DĆa Internacional
contra la Corrupción, las entidades convocantes a esta parada cĆvica agradecen
al pueblo dominicano su solidaria y militante respuesta al llamado para
expresar su repudio a la impunidad mediante el encendido de luminarias durante
toda la jornada diurna de este dĆa. Fue una inequĆvoca demostración de que, aĆŗn
desde la apatĆa, se puede levantar una voluntad robusta para exigir nuevos
rumbos en la gestión ética del Estado.
Esta tarde
nos reunimos en este emblemƔtico espacio para reclamarles a los actores del
sistema polĆtico y judicial dominicanos un cambio radical en las polĆticas y
actitudes institucionales frente a la corrupción sin castigo que durante mÔs de
medio siglo ha impuesto su dominio cultural en la vida pĆŗblica.
Como
ciudadanos responsables exigimos la aplicación de un régimen de consecuencias
para los servidores pĆŗblicos que roban al patrimonio del Estado
bienes, recursos y oportunidades en provecho personal o de vinculados.
Advertimos que si el Poder Judicial se rinde a los designios de los poderes
polĆticos, como lo estĆ” demostrando, el devenir de nuestra institucionalidad
colapsarĆ” en desmedro de los sacrificios realizados para establecer las bases
de un Estado de derecho.
Este modelo corrompido que pretende avasallar toda
resistencia con la fuerza del miedo o del dinero encontrarĆ” un muro de dignidad
ciudadana para encararlo. Se trata de una lucha sin tregua en contra de los
actos y las omisiones impunes sin considerar la categorĆa social o polĆtica de
sus autores. Nadie estĆ” por encima de la ley.
MƔs de quince
años de crecimiento económico sin desarrollo; medio siglo de clientelismo
parasitario sustentado por un Estado paternalista, corrompido y populista, ante
de la indiferencia de actores económicos, beneficiarios, algunos, de ese modelo
cobijado por un clima de impunidad que ya rebasa los lĆmites de la tolerancia
pasiva.
Frente a ese cuadro, los partidos polĆticos han renunciado a toda idea
de representación colectiva para crear castas sociales enriquecidas a través
del abuso del patrimonio pĆŗblico, expiadas por una cadena de complicidades
históricas.
Ya no es juego de muchachos. La sociedad ha decidido enfrentar a
sus “representantes”, esta vez para exigir escarmiento por sus desafueros. No
la amedrentarƔn las etiquetas, las descalificaciones ni los palos. Los partidos
deberĆ”n pisar fino porque el voto consciente y responsable es cada dĆa mĆ”s
inmenso. A partir de hoy, la luz de la esperanza brillarĆ”.
Fundación
Masada, Inc.
Impunidad
Cero.
Publicado por Robinson Castro.
atmosferadigitalrd@gmail.com.
@zamberos.
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