La actividad eleccionaria a los
interno del PRM se puede catalogar de histórica, en razón de que un vaso
plástico no se rompió en ninguno de los Estados que participaron, ya que todos
los que se consideran realmente perremeísta hicieron honor a la solicitud del
candidato presidencial de la organización donde especificaba que era una fiesta
de la democracia interna.
Nada ni nadie puede poner en tela
de juicio el recién finalizado proceso convencional y quienes intenten hacerlo
faltan a la verdad, carecen de moral y solo pueden considerarse como unos
agentes de mal y propiciadores de la continuidad del gobierno-partido más
corrupto de Latinoamérica y agentes de la corrupción y la impunidad que
prevalece en la actualidad en la República Dominicana.
Faltan a las reglas establecidas para la mencionada convención los que
haciendo uso de medios de comunicación ilegales, quieren desmeritar a los demás
participantes lanzando toda clase de epítetos de forma irrespetuosa, así como
descalificando a los hombres y mujeres que como jueces actuaron de forma
transparente.
Frustrados advenedizos en el PRM, sapos políticos que han recorridos
varios partidos y han sido desahuciados por su forma arrogante y carente de
civilidad, confabulados con un muy minúsculo grupo de simuladores y farsantes
que no aceptan la realidad de su incapacidad política y quieren torpedear la
inaplazable llegada de Luis Abinader al poder, no podrán empañar la selección
que determinó la mayoría de los perremeístas y convergentes participantes en la
convención.
Massachusetts, Rhode Island, Long
Island, New York, New Jersey, Pennsylvania y Washington, con más de 30 centros
de votación, participaron en la convención en forma entusiasta y decidida,
coherente con la voluntad del pueblo dominicano de cambiar el rumbo torcido que
lleva el país, desplazándose en ocasiones a horas de distancia, para que nadie
por capricho o por charlatanería política, tal vez por desesperación de
compromisos ulteriores asumidos de lo que no tiene culpa el PRM, quieran venir
a desprestigiar el rumbo al poder de Luis Abinader.
Previa a la celebración de la convención del pasado domingo 7, los
precandidatos y precandidatas participantes se comprometieron a respetar los
resultados, donde juraron aceptar del que ganó, ganó y, el que perdió, perdió.
Aceptaron el planteamiento de licenciado Luis Abinader en el sentido de que en
esa convención no habría vencidos ni vencedores, que todos serían ganadores
pues en el poder caben todo y en la diputación solo unos cuantos.
Me pregunto entonces, por qué si un precandidato pierde no cumple con
sus palabras empeñada ante todas las instancias perremeístas, al menos que
quiera trasladar su reconocida mañosería de no pagar compromisos que asume
(pago de locales, pago de servicios de prensa, pago de servicios profesionales,
entre otros). ¡De lo que nos libramos!
La biblia reseña sobre ese tipo
de persona de esta manera: ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y
entonces verás con claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano, de igual
manera una conocida cita histórica
indica que: “El que tiene el tejado de vidrio, no tire piedras al de su
vecino”, por igual para el mismo caso se puede extrapolar la siguiente
definición: Quinta Columna, se usa esta
expresión para significar la presencia de un elemento que conspira internamente
contra la estabilidad o la seguridad del Estado, del gobierno, de un partido,
de una operación militar o de un proyecto político. Se trata, de un <boycot
interior que opera al servicio de los designios de fuera.
Estos no es asunto de un grupito
buscar dinero para hacerse rico a costa del chantaje y usando la aspiraciones
de las grandes mayorías dominicanas.
No pasaran los traidores y quinta
columnas que quieren desviar el transitar histórico del Partido Revolucionario
Moderno al poder en la persona del licenciado Luis Abinader, la nueva cara del
cambio, la esperanza nacional.
No podrán detenernos, no podrán,
Dios y el pueblo dominicano está con nosotros.
Por Luis Aníbal Medrano S.
El autor es periodista, locutor,
municipalista y político
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