Por Claudio Acosta.
ATMÓSFERA
DIGITAL, SANTO DOMINGO.- En alguna
parte leí que el tamaño de la escolta es directamente proporcional al miedo que
siente el escoltado, y si eso es verdad (nunca supe si era un asunto demostrado
“científicamente”) el Director General de la Policía Nacional, el mayor general Nelson
Peguero Paredes, quien tiene a su servicio 132 agentes, vive bajo un estado de
pánico extremo del que debería ocuparse un buen psiquiatra para que así nos salga mas barato a todos.

La noticia de lo bien escoltado que está Peguero Paredes y sus familiares ha provocado un gran
malestar, como era de esperarse, y también las más diversas reacciones, todas
rechazando ese dispendio de recursos y personal, que no está precisamente
sobrando.
Daniel Pou,
un experto en seguridad al que los
periodistas consultamos con frecuencia, opina que la escolta del Director
Policial es una exageración innecesaria, pues ni siquiera en los peores
momentos de Colombia, dice, el jefe de la Policía llegó a tener una tan numerosa.
Y ni hablar
de los agentes asignados a sus familiares, un “gesto desmedido” que provoca
indignación en una población que se siente desprotegida ante el acoso permanente de la delincuencia.
Consultado el Ministro de Interior y Policía, Carlos Amarante Baret,
informó que el tema será llevado ante el
Consejo Superior Policial, donde se determinará lo que “le toca” a todo el que
tiene derecho a tener una escolta.
Pero no nos
hagamos ilusiones, pues ya el
portavoz policial dejó bien claro que Peguero Paredes tiene la “que la ley y los reglamentos le permiten”.
Al resto nos “toca” jodernos, pues
tendremos que defendernos como podamos, y los creyentes confiar en Dios o en
la “escolta” de la virgencita de la Altagracia.
El autor es
periodista. Reside en Santo Domingo.
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