Por Rafael Peralta Romero.
ATMÓSFERA DIGITAL, SANTO DOMINGO.- ¿Qué palabra puede ser más
adecuada para expresar la situación creada después de las elecciones del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), efectuadas
el viernes 25? Dos días después de las
votaciones, la comisión electoral proclamó como ganadora la plancha
encabezada por el licenciado Adriano de la Cruz. Y se disculpó por la
tardanza.
Olivo de León, candidato
de la plancha derrotada y actual presidente del CDP, felicitó a De la
Cruz y para justificar su derrota
declaró a los medios de comunicación que
el gobierno lo venció. Sus penosos argumentos fueron interpretados como el habitual derecho al pataleo muy
propio de la política dominicana.
La información de la comisión electoral incluyó que la
plancha dos ganó en las tres instancias
de dirección, por lo que la presidencia del Instituto de Prevención y
Protección del Periodista fue ganada por
Juan Carlos Bisonó y la del Tribunal
Disciplinario por Elsa Bello, mientras
Brunilda Romero fue proclamada secretaria general de la seccional del Distrito Nacional.
¿Dónde se origina el bochorno? En que ahora, los perdedores,
sin empacho, sin sonrojo, sin el mínimo
reparo en el buen sentido, declaran que
“nadie ha ganado en el CDP”. Quieren anular la votación de Santiago, que
le resultó altamente afrentosa: Convergencia 205 y Marcelino Vega 90. En Santiago se mostró más intenso el deseo de cambio.
La pretensión de cambiar los resultados de los comicios
periodísticos parece una perfecta
manifestación de locura. Solo
servirá para acentuar la apreciación de
que nuestra sociedad está afectada de un virus que corroe nuestras instituciones. El componente
principal de ese malestar es el individualismo: “Yo o nadie”, es el lema
No han calculado los candidatos perdedores
que su torpe actitud llena de sofoco a su sector profesional y a ellos les resta categoría de dirigentes.
Los periodistas que sufragaron el viernes 25 – y hasta los que no- merecen un trato respetuoso. Nadie quiere pertenecer a una organización
profesional que le sea causa de rubor.
El presidente electo del CDP, Adriano de la Cruz, confirmó
ayer que “resulta evidente que intentan desconocer los resultados de la
seccional de Santiago, donde perdieron 205 votos contra 90, alegando que las
boletas no fueron firmadas al dorso, razón por la cual exigen la repetición de
las elecciones de esa demarcación”.
La comisión electoral consideró “democrático y limpio” el
proceso, y el domingo 27 sus integrantes
leyeron un comunicado en el que declaraban
ganadores a De la Cruz y su
equipo y ponderaban que el evento se desarrolló dentro de un ambiente festivo,
de respeto y tolerancia democrática. Hoy el CDP está muriendo de vergüenza.
0 Comentarios
Tu comentario es importante