ATMÓSFERA DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Las acusaciones que nos
hicieran las cabezas principales del Marcelino Vega, los derrotados Olivo de León y Aurelio Henríquez, tienen que
quedar grabadas en la mente de las y los colegidos de Santiago.
Como coordinador de la Corriente Institucional y jefe de
campaña del proceso recién pasado, las respondo para dejar cerrado este
capítulo de nuestro gremio madre.
Los citados marcelinistas afirmaron que el proceso electoral
en Santiago estuvo cargado de supuestas “irregularidades”, entre las que
citaron “el hecho de que ninguna de las boletas de votación usadas en la
seccional de Santiago de los Caballeros fue firmada por las autoridades
correspondientes, lo que convierte en inválidas, en nulas las votaciones en ese
lugar.
Dijo tener la “denuncia de que el mismo día de las elecciones
los candidatos y directivos de Santiago distribuían carnets y repartían dinero
entre los votantes”.
Al respecto aclaramos que no firmar la boletas fue una
decisión unánime de los integrantes de la comisión electoral, actitud que
repitieron para el recuento de los votos ochos días después de la elecciones.
Además, es mentira que puedan considerarse nulas las
votaciones por ese motivo ya que el reglamento electoral no establece que para
ser válidas, las boletas tengan que estar firmadas por los jueces.
Respecto a que se distribuían carnets el mismo día de las
votaciones, se trata de una vulgar manipulación propia de sujetos acostumbrados
a las artimañas tramposas para retener el control de nuestros gremios.
La Seccional Santiago no emite carnets de miembros del CDP,
los santiagueros tienen que trasladarse a la capital para sacar su carnet y,
además, se les olvidó a estos directivos que en decenas de ocasiones Santiago
exigió se trajera una jornada de carnetización, lo que no se pudo en los 4 años
de Juan Carlos Bisonó porque los directivos del CDP y el IPPP siempre
marginaron a Santiago como castigo por las constantes derrotas que su
movimiento sufre en esta ciudad. Entonces, cómo diablo se pudo haber
distribuido carnets para que supuestamente nuestra gente votara de forma
fraudulenta?
Finalmente, el dicho popular dice que el ladrón juzga por su
condición. Si en Santiago se compró voto, entonces que procedan a presentar las pruebas y
accionar legamente.
Lo que sí sabemos es que un alto funcionario concedió
“logística” a los candidatos del Marcelino Vega y que un influyente empresario
entregó una considerable suma de dinero para que fuera repartido entre sus
acólitos con la finalidad de mermar los votos de nuestra corriente. Rechazamos
con energía y responsabilidad esas falaces e infundadas acusaciones y las
asumimos como un daño moral que los periodistas de Santiago NO olvidaremos.
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