Por Leonor Asilis.
ATMÓSFERA DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Estamos en febrero cuando muchos celebran de forma especial al amor, el día 14, fiesta de San Valentín. En tal sentido, les comparto algunas letras alrededor del amor.
Leí una vez esta frase que me llamó mucho la
atención: “El éxito de la vida se mide por el aumento de la caridad”.
El autor de esta bella sentencia es Royo Marín en
su libro "Teología para la perfección cristiana". El dice que la forma para uno
saber si el crecimiento de la caridad se verifica sucede cuando realizamos un
acto más intenso que el hábito que ya se posee. Puso de ejemplo el termómetro.
Si su escala está marcando 25 grados es inútil tratar de hacerla subir
aplicándole millares de veces calores inferiores a los 25 grados que ya tiene.
Para que
suba un grado más, es preciso aplicarle aunque sea una sola vez, un calor equivalente a 26 grados. Si no se
produce este aumento de calor, el termómetro seguirá marcando los 25 que ya
tenía, aunque multipliquemos por millares las aplicaciones de calores
inferiores.
Hablando de amor. El más profundo, el amor de benevolencia. Este es el
más sublime, ya que, según su definición, es aquel acto de la voluntad por el
cual queremos el bien para otro.
Me encanta la siguiente frase de San Agustín: “Señor, yo soy Agustín, y tú eres Dios; pero si sucediera lo que no puede suceder, que yo fuese Dios y tú fueses Agustín, querría cambiar contigo y convertirme en Agustín para que tú fueses Dios".
Sobre el amor, agrega San Gregorio que hay que
probarlo con las obras y que nunca está ocioso.
Cuando
existe, obra siempre grandes cosas, pero, si pudiendo no quiere obrar, no hay
tal amor.
Encontré más frases sobre la caridad: “La caridad
prefiere siempre equivocarse por exceso de indulgencia y de bondad antes que
por el juicio precipitado y rigorista”.
Del perdón, gran acto de amor leí lo siguiente:
“Perdonar de corazón, olvidar las injurias recibidas, tratar al culpable con la
misma cordialidad que antes de cometer su fechoría son ya magníficos ejemplos
de virtud. Pero excusarle, es decir, buscar argumentos para eximirle de una
responsabilidad a todas luces contraída, es índice del heroísmo más sublime”.
Espero que
estas breves frases que les he compartido sirvan para examinarnos mejor sobre
cómo anda el termómetro de nuestra caridad y nos reten a subir nuestra
temperatura en el amor.
La autora es mercadóloga y comunicadora.
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