Por: BERNARDO HIRĆN SĆNCHEZ MELO
SANTO DOMINGO, RepĆŗblica Dominicana.- En los medios de comunicaciĆ³n se debate con gran intensidad
la declaraciĆ³n del candidato presidencial ingeniero HipĆ³lito MejĆa, de no pagar
la deuda a proveedores del Estado, en caso de ganar las elecciones presidenciales
el prĆ³ximo 20 de Mayo.
Ciertamente, resulta interesante el derrotero que ha cogido
el debate, del cual ciertos acĆ³litos del tren releccionista gubernamental han
servido de amplificadores, empecinƔndose en atacar no a la enfermedad que
diezma al cuerpo, sino a la medicina que lo curarĆa.
Llegando, ciertos adeptos
a la candidatura oficialista, al extremo de plantear que peligra la continuidad
del Estado dominicano y que por lo tanto se pone en juego la institucionalidad
y estabilidad econĆ³mica del paĆs.
Lo cierto, a todo esto es que, la declaraciĆ³n del candidato
del PRD, remueve en cierta medida varias de las cimientes que sustentan la
candidatura oficialista, pues lo que se tratarĆa es de tomar al rĆ”bano por la
raĆz y no por las hojas, dado el uso indiscriminado de los recursos del Estado
dominicano a favor del candidato del Partido de gobierno, mediante la
ejecuciĆ³n, concesiĆ³n y contrataciĆ³n de obras y servicios con fines electorales.
El anterior planteamiento se evidencia en los altos niveles
de corrupciĆ³n del Estado dominicano, originados fundamentalmente en el
favoritismo gubernamental, que como es sabido, se materializa en gran medida,
en el sistema de compras y contrataciones, y que se posibilita mediante la
adquisiciĆ³n dolosa de bienes y servicios (presupuestados y no presupuestados),
y las construcciones de obras e infraestructuras, en condiciones fraudulentas,
contrarias a la Ley 340-06 de Compras y Contrataciones.
En efecto, como estƔ ampliamente demostrado, la prƔctica
corruptiva en el sector pĆŗblico se materializa en gran medida en el proceso de
la ejecuciĆ³n del presupuesto.
Esto asĆ porque en esta etapa es que las
instituciones, al emplear los recursos asignados para la adquisiciĆ³n de bienes
y servicios, tanto para su operatividad, como para la construcciĆ³n de obras e
instalaciones, adquisiciĆ³n de maquinarias y equipos, es decir lo que se
denomina InversiĆ³n Real, pueden realizar acciones dolosas en detrimento del erario.
De modo que, atendiendo a esta modalidad de timo, para el
presente aƱo fiscal, los funcionarios del Gobierno dominicano, segĆŗn lo
presupuestado, pueden crear fisuras, a travƩs de las compras de bienes y
servicios, en el monto asignado para bienes y servicios ascendente a RD$40,000
millones, es decir el 1.7% del PIB proyectado, y en los RD$69,876.8 millones
(2.9% del PIB) de InversiĆ³n Real Directa (incluyendo inversiĆ³n en proyectos por
RD$57,817.1 millones).
De forma que, cerca de 110,000 millones de pesos
dominicanos, consignados en el presupuesto para el 2012, un 4.6% del PIB,
estarƔn sujetos a procedimientos del sistema de compras y contrataciones.
Todo esto bajo las mĆŗltiples debilidades institucionales que
prima en el Estado dominicano, de las cuales no se hace la opiniĆ³n pĆŗblica caja
de resonancia, en las actuales circunstancias electorales.
Tal como sucediĆ³ con
la poca acogida de las denuncias de la FederaciĆ³n Dominicana de Comerciantes
(FDC), en el pasado mes de febrero, en que esta organizaciĆ³n propuso “el
establecimiento de mecanismos para detectar irregularidades en las compras del
Estado a empresas “de carpeta”, que estĆ”n aumentando su costo hasta en un 30%”;
esto, luego de denunciar que “los suplidores tradicionales han desaparecido,
porque los incumbentes de oficinas estatales se asocian a “amigos y compadres”
y forman compaƱĆas “de carpeta”, y a Ć©stas es que les compran, a pesar de que
sus productos son de una calidad mĆ”s baja y hasta un 30% mĆ”s costosos”.
Asimismo, la FDC resaltĆ³ que “Ć©stas compaƱĆas son las que estĆ”n ganando las
licitaciones, porque las empresas que no estƔn asociados a ese grupo quedan
fuera.”
Por su parte, tĆ©cnicos del Ministerio de Salud, de la OrganizaciĆ³n
Panamericana de la Salud (OPS) y de USAID, expresaron que “las compras no son
licitadas y numerosas instituciones estatales compran medicamentos sin
control”.
¡Eh ahĆ la cuestiĆ³n! El candidato del PRD, ingeniero
HipĆ³lito MejĆa, con sus declaraciones de no pagar la deuda no documentada,
lanza tres dardos al centro de la diana:
Uno de ellos dirigido a quienes estƔn,
directa e indirectamente, financiando la campaƱa del candidato, al suplir
bienes y servicios fuera de presupuesto;
Con el segundo, le manda un mensaje a
los sectores sociales, polĆticos y econĆ³micos del paĆs, de que deben exigirle
al Gobierno que pare el ritmo de gasto de campaƱa, pues el dƩficit fiscal, al
mes de marzo, ronda los RD$20,000 millones;
Y el tercero, advierte sobre la
galopante corrupciĆ³n de las autoridades gubernamentales en el uso inmisericorde
de los recursos del Estado, que a fin de cuentas son de todas y todos los
dominicanos.
El autor es economista.
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