Escrito por: Dr. Antonio Ciriaco Cruz*
(ciricruz1@hotmail.com)
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Cuando un país gasta
más de lo que produce y, por consiguiente, el saldo exterior de su cuenta
corriente es deficitario, el exceso de gasto debe financiarse mediante entradas
netas de capital extranjero.
Estas entradas generan unos pasivos frente al resto del
mundo, por ejemplo en forma de deuda externa, y unas obligaciones de pago
asociadas a dichos pasivos, como los intereses y la amortización de la deuda.
Una manera de evaluar si un déficit en cuenta corriente es
sostenible consiste en evaluar si el país podrá hacer frente a estos
compromisos de pagos futuros.
Como la capacidad de pago de una economía viene determinada
por su nivel de ingreso o producto, esta condición requiere que el nivel de
endeudamiento externo (la posición pasiva neta) no alcance un nivel demasiado
elevado en relación al PIB. No obstante, aunque los países no reciben el PIB
como sucede con los ingresos tributarios, pero sí un aumento del PIB da una
idea sobre el nivel de riqueza de un país y el mismo constituye la base
imponible para posteriores ingresos por tributos.
Por otra parte, en la mayoría de los países, el nivel máximo
soportable de deuda se ha incrementado debido a la mayor integración financiera
que ha provocado el proceso de globalización, sin embargo esto cambia por
países, dependiendo de factores como la composición de sus pasivos, su grado de
apertura al comercio exterior o la calidad de sus instituciones.
Así, por ejemplo, un país poco atractivo para la inversión
extranjera directa, incapaz de emitir deuda en su propia moneda, que no exporte
demasiado y con una agencia tributaria poco sofisticada podrá sostener un nivel
de deuda externa relativamente modesto. Por eso, se explica que más del 50% de
episodios de impago entre países de ingreso medio entre 1970 y 2001 sucedieran
con niveles de deuda externa que no superaban el 60% del PIB.
En general, el nivel al que se estabiliza la posición
deudora neta de un país dependerá fundamentalmente de tres variables, a saber: el
déficit exterior, entendido como el déficit corriente y de capital exceptuando
el saldo por rentas de la inversión, el tipo de interés aplicable a la deuda y
la tasa de crecimiento del PIB nominal.
En el caso de que el tipo de interés sea superior a la tasa
de crecimiento nominal del PIB, cualquier déficit exterior provoca un aumento
de la deuda externa sin límite y, por lo tanto, no es sostenible. En cambio, si
la tasa de crecimiento es mayor que el tipo de interés, la deuda tiende a
estabilizarse aunque se registre un déficit de forma recurrente. Cuanto mayor
es el diferencial entre crecimiento y tipos de interés, menor es el nivel al
que se estabilizará la posición deudora para un determinado nivel de déficit
exterior.
Según nuestros cálculos, la economía dominicana con un
déficit en cuenta corriente (descontado las rentas de inversiones) del 3.8% del
PIB, una tasa de crecimiento nominal del PIB del 11.4% y un tipo de interés
promedio sobre sus deudas (interna y externa) de un 7.11% estabilizaría su deuda
externa en un nivel equivalente al 98.44% del PIB. Su déficit por cuenta
corriente y de capital tendería a un nivel del 7.98% del PIB (1% +
7.11%*98.44).
Pienso que, a pesar de todo, el país tiene un nivel de deuda
pública manejable de alrededor de un 42% del PIB (medida de solvencia), aún
incluyendo la deuda del Banco Central, si se quiere y si se compara con el
nivel de otros países de América Latina y el Caribe. No obstante, hay que tener
cuidado con más endeudamiento, ya que el peso del servicio de la deuda con
respecto a los ingresos tributarios (medida de liquidez) es alto, restringiendo
la inversión pública y el gasto en servicios sociales.
*Director del Instituto de Investigaciones Socioeconómicas
(INISE).
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD.
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