SANTIAGO, República Dominicana
(EFE).- Decenas de organizaciones dominicanas declararon este miércoles persona
"no grata" al jefe de ACNUR en República Dominicana,
Gonzalo Vargas Llosa, hijo del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa,
en medio de la polémica por un fallo que niega la nacionalidad a los hijos de
inmigrantes indocumentados.
La decisión fue adoptada por
representantes de más de 60 organizaciones comunitarias de la provincia
dominicana de Santiago (norte), donde se llevó a cabo el acto, en el que
también fue declarado persona "non grata" el excónsul haitiano Edwin
Paraison y la ONG Red Fronteriza Jano Siksé (RFJS).
Durante el acto, dirigentes
comunitarios apalearon, pisaron y quemaron el libro "La Fiesta del
Chivo", de la autoría del novelista peruano Mario Vargas Llosa, padre del
representante del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en el
país caribeño, argumentando que "ofende" la dignidad de las
dominicanas.
También pidieron a las autoridades
dominicanas impedir la entrada en un futuro del escritor Vargas Llosa, quien en
un reciente artículo publicado en el diario español El País calificó la
sentencia del Tribunal Constitucional (TC) dominicano sobre los inmigrantes de
"escandalosa" y de "aberración jurídica".
Los dirigentes comunitarios
advirtieron, incluso, que "si en un plazo de 90 días, esos extranjeros y
ONG no abandonan República Dominicana, las protestas no cesarán en todo el
país".
Asimismo, informaron de que desde
este miércoles se declaran en protestas permanentes y que el 1 de diciembre
marcharán en Santiago en apoyo a la sentencia emitida a finales de septiembre
por el TC que niega la nacionalidad a los hijos de inmigrantes en situación
irregular aunque hayan nacido en el país.
Los defensores de los derechos
humanos aseguran que la medida afecta principalmente a personas de origen
haitiano.
Portavoces de las organizaciones,
entre ellos José Alberto Peña, Leo Cabral y Luz Brito, argumentaron que Gonzalo
Vargas Llosa, Paraison y la Ong RFJS "están ofendiendo la nacionalidad
dominicana y sus símbolos y patrios" y que "han declarado una campaña
de "descrédito a nivel internacional" en contra del país caribeño.
También criticaron la supuesta
campaña de "hostilidad" que realiza la Fundación Kennedy de EE.UU. en
perjuicio del país caribeño.
Los manifestantes ondearon la bandera
dominicana y lanzaron consignas en contra de la "masiva" inmigración
de haitianos indocumentados en territorio dominicano.
Al mismo tiempo, criticaron a
representantes de ONGs y organismos que, a su juicio, protegen a los haitianos.
'Ellos allá y nosotros aquí' o
'muerte a los traidores", eran algunas de las consignas de los
manifestantes.
También se refirieron a la carta que
envió esta semana el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph
Gonsalves, al presidente dominicano, Danilo Medina, en la que reclama que
República Dominicana sea suspendida del Foro del Caribe (Cariforum), si aplica
la sentencia del TC.
"Que (Gonsalves) mande en su
país, que aquí mandamos los dominicanos, por qué si siente tanta preocupación
por Haití no lo ayuda a institucionalizarse y a resolver sus problemas
económicos, políticos y sociales", señaló Peña, vicepresidente de la
Coordinadora de Organizaciones Comunitarias del sur de Santiago.
La sentencia del TC puede afectar a
unas 250.000 personas nacidas en República Dominicana, además de alrededor de
35.000 hijos de padres de diferentes nacionalidades.
El Gobierno del presidente Medina
anunció el pasado 23 de octubre que acata la sentencia del TC y que en dos
meses iniciará un plan de regularización de extranjeros.
En República Dominicana hay 53.847
hijos de padres extranjeros, de un total de 117 nacionalidades, de los cuales
24.392 fueron inscritos de forma irregular, según el inventario realizado por
la JCE a los libros del registro civil, presentado a la prensa. EFE
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