Por Carolina
Canela Tejada.
1) El autor y la obra: contextualización social, político-económica y personal del autor que lo llevaron a escribir: La conquista de la Felicidad.
1) El autor y la obra: contextualización social, político-económica y personal del autor que lo llevaron a escribir: La conquista de la Felicidad.
La obra de Bertrand Russell no se puede aislar de las circunstancias
sociales, políticas, culturales e incluso hasta personales que lo llevaron a
realizar dicha obra, contrario a lo que popularmente se piensa los filósofos no
viven “en las nubes”, no están de espaldas a su época, no crean sistemas
filosóficos a partir de sí mismos y sin ningún anclaje en la realidad. Más bien
ocurre todo lo contrario, los grandes filósofos suelen estar muy vinculados a
su sociedad e intentan con su obra aportar soluciones a los problemas en los
que viven.
Para empezar, La conquista de la felicidad fue
publicada para el año 1930, época muy importante históricamente y llena de
muchos cambios: primero el factor económico de la época no era el más
favorable, pues se recuerda la famosa depresión económica del año 1929,
situación financiera que sacudió en los Estados Unidos a la bolsa de Nueva York
y que no tardó en impactar, extensa y profundamente todo rincón del mundo donde
el capitalismo había penetrado. La crisis capitalista de los treinta
ensombreció el panorama, revirtió algunas tendencias y sobre todo mostró la
repercusión que tuvo en toda la economía a nivel mundial provocando quiebras de
empresas, la caída de los precios, del flujo de negocios, de las monedas, de
las inversiones y de las ganancias, del empleo y la seguridad (sobre todo de
las clases medias) sumado el hambre y en su consecuencia la miseria iba en
aumento, esto solo para mencionar algunas características propias de esta época,
habría que añadir, la precariedad de la restauración de la economía y la
generalizada poca esperanza para completar el cuadro crítico.
Los observadores y
especialistas acostumbran a denominar como “la entreguerras” a las dos décadas
que separan la paz al finalizar la
primera guerra mundial de 1914 con la firma del tratado de Versalles de 1919 y
la invasión de Hitler a Polonia en 1939 que desencadenó la segunda guerra mundial,
efectivamente este lapso interbélico de la historia es en el que Russell
publica su libro, uniéndose con esto a otros que escribieron múltiples ensayos,
de ilusiones Pacifistas y de expectativas ingenuamente restauradoras, tal vez
sea esto fruto de la "recuperación" que la libra experimentó en los
años 1920 y, con ella, el espejismo nostálgico de la vuelta al viejo orden
económico internacional.
Al principio en la primera guerra mundial Bertrand Russell adopta una
posición pacifista, Su activismo en contra de la participación
británica en la Primera Guerra Mundial le hizo perder
su membrecía en el Trinity College (de la Universidad de Cambridge). Fue sentenciado
a prisión por aconsejar por medio de la publicación de artículos y panfletos a
jóvenes sobre cómo evitar el servicio militar, fue liberado después de seis
meses, para 1930 ya había finalizado la Primera Guerra Mundial, pero, esto no
significó el fin de los conflictos entre los países que se habían enfrentado.
Por el contrario en las décadas de 1920 y 1930 los países capitalistas
enfrentaron nuevos problemas, ya que en este período de entreguerras se
desarrollaron complejos procesos políticos, económicos e ideológicos, sobre
todo originados por la ya indicada crisis financiera entre 1929 y 1930 y otros
derivados de las condiciones impuestas por los tratados de paz a los vencidos
quienes se sintieron oprimidos y dificultaron dichas predisposiciones
provocando situaciones de tención y sospecha. En el plano político, el
nacionalismo fue unos de los motivos de las tensiones entre los Estados
europeos. Las reivindicaciones nacionalistas también cobraron fuerza en
Alemania e Italia donde una gran parte de sus habitantes se sentían humillados
por el tratamiento que estos países habían recibido con el tratado de Versalles
y la pérdida de territorios que consideraban alemanes e italianos
respectivamente. Las dificultades para reorganizar las economías
nacionales europeas después de la guerra y recuperar los niveles de producción
anteriores a 1914, los inconvenientes para reconvertir la industria bélica,
generar el nivel de empleo adecuado para los millones de soldados
desmovilizados que volvían a la vida civil, reconstruir los campos y las
ciudades, a esto se incorporaron los problemas originados por la ya mencionada crisis
sufrida por la economía de los Estados Unidos desde 1929 por lo que a partir de
1930, cada Estado europeo se concentró en encontrar soluciones para los
problemas de sus propias economías nacionales.
Inclusive Russel no obvia un componente propio de esa época tan importante,
como el orden social cuando habla de la felicidad y al respecto nos dice en su
libro:
"Las causas de estos diversos tipos de infelicidad se encuentran en
parte en el sistema social y en parte en la psicología individual…Ya he escrito
en ocasiones anteriores sobre los cambios que habría que hacer en el sistema
social para favorecer la felicidad. Pero no es mi intención hablar en este
libro sobre la abolición de la guerra, de la explotación económica o de la
educación en la crueldad y el miedo. Descubrir un sistema para evitar la guerra
es una necesidad vital para nuestra civilización; pero ningún sistema tiene
posibilidades de funcionar mientras los hombres sean tan desdichados que el
exterminio mutuo les parezca menos terrible que afrontar continuamente la luz
del día"(Russell, 2003, pág. 12)
Otra de las razones que empujan a Russell a escribir sobre la felicidad
tiene que ver mucho con su vida personal para esa época, este filósofo tuvo una
trayectoria tanto en la esfera pública como privada muy interesante y llena de
acontecimientos tremendamente singulares, pero esto no es lo más interesante,
sino, que de hecho repasar la vida de Bertrand Russell supone hacer un
recorrido histórico por los acontecimientos más importantes que marcaron el
siglo XX, entre algunos de ellos están:
las dos guerras mundiales, la lucha por el sufragio femenino, la crisis
económica, el desarrollo del capitalismo, el comunismo y el fascismo, la lucha
por los derechos civiles en EE.UU., la guerra de Vietnam, los años 60̀s, etc.
Russell fue testigo y en numerosas ocasiones protagonista de cambios en la
sociedad y en la política internacional y si agregamos a esto las
personalidades del mundo de la filosofía con quienes se relacionó (Mc. Taggart,
G. E. Moore, Whitehead, Ludwig Wittgenstein, etc.) y también con muchas otras
figuras relevantes del ámbito
científico, político y cultural con las que mantuvo algún tipo de contacto
(Keynes, Lenin, Joseph Conrad, Albert
Einstein, entre otros) habría que decir que tuvo una
vida sorprendente, admirable y de la que podríamos aprender mucho.
Su vida
privada, como la de todos, tuvo sus altas y sus bajas, investigar la vida privada
de Russell también nos da mucho que abstraer , en realidad resulta ser más
liberal de lo que en sus libros deja entrever, se casó cuatro veces y tuvo
también numerosas amantes, tres divorcios, dos hijos que procreó en su segundo
matrimonio con Dora Black, este matrimonio, del cual hablaremos mas adelante,
duró once años (1921-1932) y fue justamente la época en que Russell escribió
una amplia gama de libros (Filosofía matemática, El ABC de los átomos y de la
relatividad, El análisis de la mente, En qué creo, Por qué no soy cristiano,
Matrimonio y moral, Ensayos escépticos, Sobre la educación, Educación y orden
social en el cual criticó los programas de eugenesia por su
vulnerabilidad ante la corrupción, y en 1932, condenó la “suposición sin
garantía” de que “los negros son congénitamente inferiores a los hombres
blancos”, en un libro de su autoría en “Racial
antagonism” (‘Antagonismo
racial’) en New Hopes for a
Changing World (1951). De esta
época, 1930, también el aludido libro sobre el que se estipula este análisis: La conquista de la felicidad)
Todos
estos libros los escribió, en tres lustros de maravillosa fecundidad
intelectual influenciados por los numerosos viajes que realizó gracias a sus
actividades extra- académicas, especialmente por países como china donde
apreció una cultura de valores tales como la tolerancia, la imperturbabilidad,
la dignidad, una actitud que valoraba la vida, la belleza y el placer de una
manera distinta a la occidental que consideró valiosa, visitó también Alemania,
Rusia. Japón, EE.UU., y por supuesto publicó estos libros con el fin de
reforzar el mantenimiento y los gastos económicos de un colegio progresista que
pretendía estar libre de prejuicios, el colegio reflejaba la idea de Russell de
que los niños no debían ser forzados a seguir un currículo académico estricto, este colegio fue establecido en Beacon Hill y lo inauguró junto a su
entonces esposa Dora Black, por eso, dicha fase de su vida está relacionada con
la labor educativa, (como lo demuestran los numerosos libros que publicó sobre
este tema), donde Bertrand y Dora pretendían dar a sus hijos y a otros alumnos
una educación que estuviese libre de los prejuicios habituales (particularmente
la inculcación del espíritu religioso y nacionalista) característicos del común
de las escuelas. Para dar muestra de ello puede leerse un fragmento de la carta
que se dirigía a aquellos que solicitaban información sobre la escuela y el
tipo de educación que allí se impartía:
"Respecto
a la religión, no hay enseñanza religiosa de ningún tipo, los niños aprenden
hechos históricos sobre las diversas religiones del mundo, pero ninguna
religión recibe un trato especial. Nos preocupamos de que la educación no esté
inspirada en el patriotismo, especialmente en la enseñanza de la historia y
geografía, que son las materias que yo imparto. En cuanto a la hermandad entre
los hombres, tengo las mismas objeciones que hacia una instrucción moral
explícita, en el sentido de que tiende a producir hipocresía y rebelión. La
moralidad debe nacer, no puede ser implantada por precepto."
El
colegio, que abrió sus puertas en 1927, suponía una serie de responsabilidades
y requería un mantenimiento continuo,
cuyos gastos el filósofo trató de costear escribiendo cuántos libros, como
anteriormente se enumeraron, y artículos para los periódicos era capaz de
escribir. Sin embargo, el colegio tuvo que cerrar por diversos motivos como: la
conflictividad de algunos alumnos, problemas económicos, administrativos, así
como la crítica social a las ideas innovadoras en temas controvertidos y en
especial motivo al deterioro de su matrimonio que fue de por sí el el más
controvertido y escandaloso de sus matrimonios ,pues, aunque
Russell apoyaba el divorcio fácil, solo lo consideraba adecuado si el
matrimonio no había tenido hijos: la visión de Russell era que los padres
deberían permanecer casados pero tolerantes hacia las infidelidades del otro.
Esto reflejaba su vida en ese momento, ya que, Dora tenía públicamente un
amante permitido por Russell quien consideraba que en un matrimonio debía haber
más lealtad que fidelidad. Tanto Dora como
Bertrand, en ese decenio magnífico de los años 20, creían todavía, con cierta
confianza exagerada, en que los conflictos y las relaciones humanas podían ser
regulados por el pensamiento racional, la tolerancia mutua y el método
científico.
Llevaron a cabo un matrimonio donde pusieron en práctica sus ideas, como, que debía haber libertad sexual, donde los celos no tendrían razón de ser, en el que se podría hablar abiertamente de las aventuras sexuales que cada uno de ellos tuviera. La apuesta no era fácil, pero lo intentaron, y Dora lo llevó hasta sus últimas consecuencias y se buscó un amante de cual quedaría embarazada, esta informándoselo a Russell le propuso abortarlo, pero, él le contestó que no, que lo criaría como si fuera su hijo e incluso así fue, ya que el amante se dio a la fuga, Russell al principio le cedió con mucho sacrificios su apellido de lores y condes prestigiosos a una niña que no era de él, todo eso porque Russell deseaba que sus hijos John y Kate tuviesen una vida familiar normal, cito: “no pretendo sugerir que en una gran crisis, por ejemplo, cuando la ruina es inminente o cuando un hombre tiene motivos para sospechar que su mujer le engaña- sea posible, excepto para unas pocas mentes excepcionalmente disciplinadas, dejar de pensar en el problema en momentos en que no se puede hacer nada”(Russell, 2003, pág. 39), pero, luego él se enredó con la niñera con la que prontamente se casaría por tercera vez, Dora quedó otra vez embarazada del susodicho amante y el resto fue una historia que terminó con el sueño de libertad sexual, tolerancia y lealtad matrimonial y donde la rabia, el desamor, el desagrado, los implacables celos recíprocos, que dicta el corazón y la razón no entiende, desgarraron la unión. La separación y el divorcio no fueron amigables, sino la habitual y terrible pelea de abogados, las mutuas recriminaciones y el resentimiento.
Russell se
convierte una vez más en tema de actualidad con la ruptura de su matrimonio con
Dora en los años 30 y la causa del divorcio despertará en el público una gran
expectación, y asimismo, porque a la muerte de su hermano recibe el título de
conde. Deseoso de salir de
Inglaterra, donde no consideraba que ocuparía un cargo lo suficientemente
relevante se marcho hacia los Estados Unidos.
Hablar de
la felicidad en este pasaje de la historia y de su vida no debió ser tarea
cómoda, pero, resulta que precisamente en esos momentos en donde los embates y
golpes que te dan las olas de la vida, es de donde sacas fuerzas para continuar
y a veces necesitas algún bote o salvavidas al cual adherirte cuando sientes
que te ahogas, “He vivido en busca de una visión, tanto personal como social.
Personal: cuidar lo que es noble, lo que es bello, lo que es amable; permitir
momentos de intuición para entregar sabiduría en los tiempos más mundanos.
Social: ver en la imaginación la sociedad que debe ser creada, donde los
individuos crecen libremente, y donde el odio y la codicia y la envidia mueren
porque no hay nada que los sustente. Estas cosas, y el mundo, con todos sus
horrores, me han dado fortaleza”. (Russell,
1970)
En este caso
se puede decir que la obra “La conquista
de la felicidad” le sirvió a Russell de referente auxiliatorio para
mantener un equilibrio que lo sostuviera sobre las aguas turbulentas en las que
se encontraba el mundo y su gente.
“Por eso he titulado este libro La conquista de la felicidad. Porque
en un mundo tan lleno de desgracias evitables e inevitables, de enfermedades y
trastornos psicológicos, de lucha, pobreza y mala voluntad, el hombre o la
mujer que quiera ser feliz tiene que encontrar maneras de hacer frente a las
múltiples causas de infelicidad que asedian a todo individuo.” (Rusell, 2003, pág. 113)
El hecho de
no aceptar que las cosas que pasan son irrevocables y que los acontecimientos
son inalterables fue la carrera predilecta en toda la vida de Russell, el no
aceptar los sucesos y acontecimientos de su entorno como inevitables e
irreversibles, a pesar de que estos no dependían enteramente de las actividades
que en favor o en contra este pudiera hacer siempre se esforzó por dar lo
último de sí hasta el postrimero instante de su vida donde admitió en Reflexiones en mi
octogésimo cumpleaños fracasar en ayudar al mundo a vencer la guerra y
en ganar su perpetua batalla intelectual por verdades eternas.
2)
La conquista de la felicidad: análisis
La conquista de
la felicidad es un libro que presenta la felicidad como una
meta o logro que debe conseguirse, aunque es bueno saber antes de leer la obra
que la misma no está dirigida a todas las clases de personas, aunque bien todos
la pueden leer, pero, al reflexionar sobre lo que trata se darán cuenta que la
obra está dirigida a un público lector o mejor dicho a un individuo que
socialmente cumple con las siguientes características:
·
Proviene o es de un país
desarrollado
·
Vive en sistema político
democrático
·
Posee una educación formada
·
Tiene una economía lo
suficientemente buena o en otras palabras, no tiene que sacrificarse en el
trabajo para apenas cumplir con los gastos elementales y las necesidades
básicas.
Como lo dice Fernando Savater en el prólogo "aquí Russell escribe
para privilegiados que no luchan por su mera supervivencia, que disfrutan de
una existencia soportable, pero, que quisieran que fuera realmente
satisfactoria". (Russell, 2003, pag. 5)
Los conceptos claves en toda la obra de Bertrand Russell se
pueden agrupar en estos seis:
1-Competencia: Bertrand Russell encuentra la raíz del mal en la importancia que se
concede al reconocimiento y a la competencia como mayor fuente de felicidad. “Así pues, cuando la gente habla de lucha por la vida, en realidad quieren decir lucha por el éxito. Lo que la gente teme cuando se
enzarza en la lucha no es no poder conseguirse un desayuno a la mañana
siguiente, sino no lograr eclipsar a sus vecinos.” (Rusell, 2003, pág.26) Toda esta situación explica Russell procede de la mal creída filosofía de la vida, generalmente aceptada,
según la cual la vida es lucha, competencia y la sobrevivencia del más fuerte
le concede respeto sólo al vencedor.
2-Aburrimiento y excitación: Este aburrimiento del que habla Russell
se puede asi mismo llamar ocio, que es aquel tiempo libre que se dedica a
actividades que no son ni trabajo ni tareas domésticas esenciales, y pueden ser
recreativas.
"Sin embargo,
el aburrimiento no debe considerarse absolutamente malo. Existen dos clases,
una de las cuales es fructífera mientras que la otra es ridícula. La fructífera
se basa en la ausencia de drogas, mientras que la ridícula en la ausencia de
actividades vitales." (Rusell,
2003, pág. 34)
En esta parte es bueno
destacar que Russell habla especificamente de dos cosas parecidas, pero,
diferentes: 1)hobbie/pasatiempo y 2)ociocidad, el pasatiempo es el tiempo mas
propicio para desarrollar la creatividad, las actitudes y talentos personales,
la comunicación auténtica y las relaciones personales y la ociocidad viene a ser
en este punto exactamente a o que se refiere Russell al aburrimiento o tiempo
libre que no es utilizado (como ver una pared o ver televisión por 8 horas) y
que de ser utilizado se dirige a la realización de actividades malsanas.
En cuanto a
la excitación Russell considera lo siguiente: "Una vida demasiado llena de excitación es una vida agotadora, en
la que se necesitan continuamente estímulos cada vez más fuertes para obtener
la excitación que se ha llegado a considerar como parte esencial del placer.
Una persona habituada a un exceso de excitación es como una persona con una
adicción morbosa a la pimienta, que acaba por encontrar insípida una cantidad de
pimienta que ahogaría a cualquier otro. Evitar el exceso de excitación siempre
lleva aparejado cierto grado de aburrimiento, pero el exceso de excitación no
solo perjudica la salud sino que embota el paladar para todo tipo de placeres,
sustituyendo las satisfacciones orgánicas profundas por meras titilaciones, la
sabiduría por la maña y la belleza por sorpresas picantes." (Rusell, 2003, pág. 34)
A este repecto Russell considera que llevar una vida
feliz debe tener como ingrediente inprescindible la capacidad de soportar el
aburrimiento, que cualquier persona que
tenga un propósito serio sera capaz de aguantar grandes cantidades de
aburrimiento si lo considera necesario para sus fines, que los propósitos
constructivos son difíciles de formarse en personas que tengan una vida llena
de distracciones , ya que su meta sera dirigirse al próximo placer y no al
distante logro, por estas y otras razones nos anuncia que una sociedad con una
generación incapaz de soportar el aburrimiento será una generación de hombres
mediocres totalmente disociados de los lentos procesos de la naturaleza.
3- Fatiga: Una de las causas responsable de que haya
infelicidad es la fatiga, según Russell, hay dos tipos de fatiga, la fatiga
física que en gran parte de los casos aporta beneficios como sueño profundo,
buen apetito y una muy buena actitud ante las actividades que conllevan un
rendimiento diario de nuestras energías tanto mentales como físicas, por
supuesto, esto aplica para el caso en que la fatiga no sea excesiva que en tal
situación entonces si sería una fatiga dañina y que acarrearía a un desgaste de
nuestro cuerpo y al poco rendimiento y la otra clase de fatiga a la que se
refiere Bertrand Russell es a la fatiga nerviosa, la cual es la principal
causante de la mayoría de las enfermedades, sin duda alguna a lo que Russell
hace mención es a lo que hoy se conoce como el estrés.
4- Entusiasmo:
Cuando se habla de entusiasmo se refiere a las ganas por realizar las cosas.
Bertrand Russell encuentra en el entusiasmo el más universal y característico
signo de felicidad en el hombre, nuestro autor ejemplifica el sentido del
entusiasmo en el siguiente párrafo:
"Erase una vez dos máquinas de hacer salchichas, exquisitamente
construidas para la función de transformar un cerdo en las más deliciosas
salchichas. Una de ellas conservó su entusiasmo por el cerdo y produjo
innumerables salchichas; la otra dijo: ¿A mí qué me importa el cerdo? Mi propio
mecanismo es mucho más interesante y maravilloso que cualquier cerdo». Rechazó
el cerdo y se dedicó a estudiar su propio interior. Pero al quedar desprovisto
de su alimento natural, su mecanismo dejó de funcionar, y cuanto más lo estudiaba,
más vacío y estúpido le parecía. Toda la maquinaria de precisión que hasta
entonces había llevado a cabo la deliciosa transformación quedó inmóvil, y la
máquina era incapaz de adivinar para qué servía cada pieza. Esta segunda
máquina de hacer salchichas es como el hombre que ha perdido el entusiasmo,
mientras que la primera es como el hombre que lo conserva." (Russell, 2003, pag. 81)
Este es uno de los tantos ejemplos que usa Russell para darse a entender
de una mejor manera ya que el autor en esta como en otras tantas ocasiones
alrededor del libro ha expresado su idea de que mientras más cosas le interesen
al hombre, más oportunidades de felicidad tendrá y menos expuesto estará a los
caprichos del destino, si falla una de las cosas que son de su interés siempre
es bueno tener opciones, para recurrir a otra y no perder el entusiasmo, ya que
opina que tener un interés muy especializado es bueno en el sentido que nos
hace unos expertos en el asunto como por
ejemplo: interesarse por el origen y formación de los huracanes, a la larga
este pasatiempo no será suficiente para cubrir todos los ámbitos de nuestra
vida, así que mientras más intereses se tengan en la vida más feliz puede
llegar a ser una persona.
5- Cariño:
El cariño es tratado en esta parte se refiere a dar y recibir afecto y según
nuestro autor una de las principales causas de la perdida de entusiasmo es
sentir que no nos quieren y que el que entrega cariño es probablemente la
persona que muestra un verdadero entusiasmo por la vida, que muestra seguridad
y vive sin la sensación de miedo a los peligros que le acechan.
También Russell destaca que aunque el otro tipo de cariño que es entregado con el sentido de la inseguridad, se valora a la persona amada por los servicios prestados y no por sus propias cualidades. Aunque este tipo de cariño es mucho más egocéntrico, nuestro autor no pretende decir que este tipo de afecto no desempeñe una función importante en la vida y de hecho destaca que todo afecto serio es una combinación de ambos tipos de cariños para deshacerse de la sensación de inseguridad. "El mejor tipo de afecto hace que el hombre espere una nueva felicidad y no escapar de una antigua infelicidad." (Russell, 2003, pag.91).
También Russell destaca que aunque el otro tipo de cariño que es entregado con el sentido de la inseguridad, se valora a la persona amada por los servicios prestados y no por sus propias cualidades. Aunque este tipo de cariño es mucho más egocéntrico, nuestro autor no pretende decir que este tipo de afecto no desempeñe una función importante en la vida y de hecho destaca que todo afecto serio es una combinación de ambos tipos de cariños para deshacerse de la sensación de inseguridad. "El mejor tipo de afecto hace que el hombre espere una nueva felicidad y no escapar de una antigua infelicidad." (Russell, 2003, pag.91).
6- Familia: Para
empezar, Russell aclara que de todas las instituciones la que más desorganizada
y la que con el avance de los cambios sociales está peor encaminada es la
familia, obvio que atento a la época Russell no se está refiriendo a familias
monoparentales, homoparental o la familia ensamblada, sino que habla en el
término tradicional de la familia tipo nuclear-tradicional.
Entre las razones que Russell considera han
desquebrajado la familia están las siguientes:
·
Problemas de
carácter económico, psicológicos, de educación y político.
·
Liberación femenina
·
Decadencia del
servicio doméstico
·
La paternidad y
sobre todo la maternidad es vista y considerada como un sacrificio no como un
logro.
Entre las cosas interesantes que se destacan dentro de la primera parte
de la conquista de la felicidad
dedicada a las causas de la desgracia están:
·
Centrar la atención en
asuntos internos, acarreando estos uno de los mayores dolores, el disgusto por
uno mismo.
·
Hacerse un devoto del
placer, sin importar las consecuencias utilizando drogas y alcohol buscando
solo distracción y olvido.
·
No lograr el éxito o
lograrlo sacrificando todos los demás condimentos de la vida.
·
Instinto atrofiado de
engendrar o criar hijos.
·
No tener disciplina al
momento de soportar el aburrimiento.
·
El estilo de vida que causan
las preocupaciones y fatiga nerviosa (estrés).
·
La envidia utilizada como un
medio para hacer justicia.
· Los sentimientos de culpa
causados por una ortodoxa y retorcida concepción del pecado.
·
El miedo al qué dirán los
demás.
·
Ser inconstantes e
influenciables
La segunda parte está dedicado a las causas de la felicidad como:
·
Ser apasionado con el
trabajo o un pasatiempo.
·
Tener varios intereses que
nos mantengan llenos de entusiasmo.
·
Poseer equilibrio o ser
virtuosos en la utilización del término medio, con respecto a nuestros
pasatiempos (hobbies) y en cuanto a la resignación y el esfuerzo, valorando el
aporte de ambos como algo esencial para la
conquista de la felicidad.
·
Ser constante con los
propósitos.
·
Utilizar la energía de la
tristeza, encaminada por vías de realización personal y no por las vías del
escape y olvido como drogas. Russell habla de drogas como vía de distracción, no
como un medio de autodestrucción.
·
No haber atrofiado el
sentido de la paternidad, entendiéndose esta como una parte íntegra y esencial
de la felicidad de una persona.
Ahora vamos a destacar
ciertos puntos de la obra que no se ajustan a la realidad de los tiempos
actuales o que pueden ser discutibles a la hora de considerarse pautas para la conquista de la felicidad, aunque
dentro de mis consideraciones la felicidad no es algo que se busca o se
conquista, sino que es una aptitud y una elección, así que desde el título
parto con mi crítica, entre otras de ellas están:
a.
Las personas que hayan
decidido por voluntad ser desgraciados y hacer de su vida una tragedia no son
menos infelices que el resto, que los demás no hayan tomado el camino de la
desdicha no quiere decir que haya personas que no se sientan felices y
realizadas por llevar una vida triste y solitaria, cuando esta elección se hace
a priori conduce a una felicidad muy particular, pero, cuando no es una
elección a priori, sino, que es producto de un conjunto de sucesos a posteriori
que han marcado la vida de las personas, entonces, sí puede considerarse una
tragedia o desgracia como apunta el autor y aún así, hay casos excepcionales de
personas que encuentran en este tipo de experiencias o sufrimientos una
comprensión del mundo y un prototipo de felicidad muy por encima del común.
b.
Russell plantea
reiteradamente que los científicos son mucho más felices porque su trabajo es
respetado, valorado y va encaminado hacia los avances del mundo y el desarrollo
de la humanidad, porque estos disfrutan de la tradicional vida familiar o ya
sea porque la gente aprecia más el trabajo que estos realizan, las razones que
nos da Russell son notablemente estampadas por su visión cientificista del
mundo, además de que resulta holístico al envolver los científicos, como si
todos los científicos llevaran una vida feliz por tales características y del
mismo modo resulta globalizador al considerar que los literatos lleven una vida por
"rigueur" desgraciada o trágica para crear grandes obras de arte.
c.
Entre otras cosas que ya hoy
en día suenan muy absurdas como por ejemplo:
"A nadie le
sorprende enterarse de que un ilustre general o almirante es pobre; de hecho,
en tales circunstancias, la pobreza misma es un honor."(El merito al honor
ha caído hoy en día) "La consecuencia de todo esto es que en Estados Unidos los
profesionales imitan a los hombres de negocios, y no constituyen un tipo aparte
como en Europa.
Por consiguiente, en todo el sector de las clases acomodadas no hay nada que mitigue la lucha cruda y concentrada por el éxito financiero (ahora no solo los Estados Unidos ni Europa, digamos que todo el mundo). "Desde muy jóvenes, los chicos estadounidenses están convencidos de que esto es lo único que importa, y no quieren que se les moleste con formas de educación desprovistas de valor pecuniario…. (Hoy día solo una minoría de la población mundial se preocupa por una educación sin valor pecuniario). "El hombre rico de nuestros tiempos tiende a ser de un tipo muy diferente. Nunca lee…(ni el rico ni el pobre lee) "El resultado de todo esto es que no sabe qué hacer con su tiempo libre.
El pobre hombre se queda sin nada que hacer como consecuencia de su éxito." (Con o sin éxito a la gente le encanta perder su tiempo haciendo nada)".
El que disfruta con la lectura es aún más superior que el que no, porque hay más oportunidades de leer que de ver fútbol", (en ese tiempo no todos tenían una televisión y cuando Russell dice esto no imaginó el internet)".
Casi todos los norteamericanos preferirían obtener un 8 por ciento con una inversión arriesgada que un 4 por ciento con una inversión segura."(¿Casi todos los norteamericanos o casi todo el mundo?) (Russell, 2003, pág. 28, 29, 81, 27,28)
Por consiguiente, en todo el sector de las clases acomodadas no hay nada que mitigue la lucha cruda y concentrada por el éxito financiero (ahora no solo los Estados Unidos ni Europa, digamos que todo el mundo). "Desde muy jóvenes, los chicos estadounidenses están convencidos de que esto es lo único que importa, y no quieren que se les moleste con formas de educación desprovistas de valor pecuniario…. (Hoy día solo una minoría de la población mundial se preocupa por una educación sin valor pecuniario). "El hombre rico de nuestros tiempos tiende a ser de un tipo muy diferente. Nunca lee…(ni el rico ni el pobre lee) "El resultado de todo esto es que no sabe qué hacer con su tiempo libre.
El pobre hombre se queda sin nada que hacer como consecuencia de su éxito." (Con o sin éxito a la gente le encanta perder su tiempo haciendo nada)".
El que disfruta con la lectura es aún más superior que el que no, porque hay más oportunidades de leer que de ver fútbol", (en ese tiempo no todos tenían una televisión y cuando Russell dice esto no imaginó el internet)".
Casi todos los norteamericanos preferirían obtener un 8 por ciento con una inversión arriesgada que un 4 por ciento con una inversión segura."(¿Casi todos los norteamericanos o casi todo el mundo?) (Russell, 2003, pág. 28, 29, 81, 27,28)
Todas estas concepciones están desfasadas ya sea por que los valores
morales se han trasnmutado y lo que antes era la regla hoy día es la excepción,
por los avances tecnológicos y porque simplemente se enfoca en un solo grupo
cuando en realidad estos juicios afectan a no solamente un grupo en particular,
sino, a la población postmoderna en general.
Para finalizar el tipo de felicidad que Bertrand
Russell expone se puede clasificar como un tipo de felicidad inagotable, púes,
plantea que mientras más intereses se tengan, menos expuesto se estará a la
infelicidad, ya que, cuando un proyecto no funcione fácilmente se debe optar por
otro y luego otro y así sucesivamente.., esta felicidad con esmeros a no tener
fin podría no ser propiamente la felicidad plena y acabada, ya que alguien que
tenga tantos intereses nunca se sentirá satisfecho con la felicidad que de paso
obtenga, sino, que va a seguir buscando más y más formas de felicidad de manera
infinita, la felicidad debe ser fiel, en el mismo punto que se llegue a obtener
lo que se desea, el asunto no radica solamente en obtenerlo, sino, en
mantenerlo y perfeccionarlo, lo que se debería tener, en vez de un ideal de
felicidad, es una mente abierta a infinitas posibilidades de ser feliz.
Extraído:
Cap. (III)
tesis: Vigencia del concepto felicidad de Bertrand Russell en el análisis de la
sociedad del siglo XXI. Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). 12 de
noviembre del 2013.
1 Comentarios
Buen analisis...muy util reflexion...
ResponderEliminarTu comentario es importante