Por
Antoliano Peralta Romero.
ATMÓSFERA
DIGITAL, SANTO DOMINGO.- En esta sociedad se suceden hechos que no nos dejan salir del asombro.
Cada uno es más insólito que el
anterior.
Recientemente
los medios de comunicación denunciaron y documentaron el desorden y uso
clientelar que se ha dado al servicio exterior de República Dominicana. Esta
denuncia revela que el Ministerio de
Relaciones Exteriores se maneja como un botín político sin el
menor sentido de profesionalidad; como respuesta el Senado rinde un homenaje al
titular de ese ministerio.
Debe
causar asombro que un diputado oficialista asegure de manera reiterada que ya
el gobierno “tiene los votos” para promover en el Congreso la reelección
presidencial, lo cual significa que ya se ha logrado “negociar” con
legisladores de la oposición la aprobación de la reforma constitucional. No
deja de ser asombroso que esta conducta se confiese públicamente.
Un
pronunciamiento de dirigentes del sector “leonelista”
dentro del PLD que ha pasado desapercibido y que a mí me parece de mucha
trascendencia, es la increíble promesa al sector peledeístas que detenta el poder. Se le ha prometido que si
Fernández resulta ser el candidato de ese partido y gana las elecciones, no
habrá contra los danilistas
persecución política ni judicial.
Solo
en un país de institucionalidad primitiva, donde la política, en la mayoría de
los casos, se ejerce como un medio de alcanzar acceso al disfrute sin control
de los bienes públicos y no como una actividad de servicio social, se puede
manifestar una promesa como esta sin consecuencia alguna y sin que quienes
tienen el deber de hacerlo no le pidan explicación. Se trata de asegurar por
anticipado, no importa lo que se haya hecho o se haga en la administración del Estado, que no
habrá que rendir cuenta ante la
justicia. Si esto no nos asombra, entonces es peor.
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