ATMÓSFERA
DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Lo acontecido
hoy (16/02/2020), con la suspensión de las elecciones municipales, constituye una tragedia
sin precedentes para la democracia dominicana. Nunca en la historia de la
República se habían suspendido elecciones por falta de garantías suficientes al
ejercicio del derecho al voto, como ha ocurrido en esta ocasión.
Desde
hacía algún tiempo veníamos advirtiendo acerca de la necesidad de adoptar
ciertas medidas de seguridad e integridad del sistema electoral, a los fines de
garantizar plenamente el ejercicio del sufragio a través del voto automatizado.
Entre
esas medidas se encontraban las de auditar y certificar previamente el programa
de software a ser aplicado en el sistema de votación, así como de su
reproducción en cada una de las máquinas de votación a ser utilizadas.
Desafortunadamente,
esas medidas, que se aplican en cualquier lugar del mundo donde se realizan
elecciones con el voto automatizado, no fueron, sin embargo, adoptadas en
nuestro país por la Junta Central Electoral, ni en las primarias del 6 de
octubre, ni tampoco para las elecciones municipales previstas para el día de
hoy.
Debido
a nuestra sugerencia, luego de las primarias del 6 de octubre, de la necesidad
de adoptar esas medidas, la JCE, después de haber fracasado en la contratación
de dos compañías auditoras, finalmente suscribió un acuerdo de trabajo con la
empresa española, Alhambra Eidos, para proceder a la realización de una
auditoría técnica-forense a lo acontecido en las referidas primarias
electorales.
De
acuerdo con el comunicado publicado por la JCE, no el informe, aún desconocido,
de la referida empresa, esta indicó que el sistema técnico aplicado por la
autoridad electoral era robusto y sólido; y que había funcionado en forma
adecuada.
Es evidente que con la publicación
de ese comunicado, la Junta procuraba ganar confianza, credibilidad y
legitimidad ante la opinión pública nacional. La suspensión de las elecciones
municipales del día de hoy, pone en entredicho lo afirmado por la preindicada
empresa española.
A decir verdad, lo que ha
acontecido es el desplome total de la confianza y la credibilidad requeridas
para que nuestro órgano electoral pueda organizar unos comicios que garanticen
transparencia y respeto absoluto a la voluntad popular.
Eso que ha ocurrido este domingo,
fue el resultado de en un conjunto de inconsistencias e irregularidades que
desvirtuaban la opción de los ciudadanos para seleccionar los candidatos de su
preferencia y el derecho fundamental de elegir y ser elegidos.
Para la celebración de estas
elecciones municipales, la autoridad electoral realizó pruebas o simulacros de
votación, respecto de las cuales informaron que habían sido exitosas; y que por
consiguiente, la población dominicana podía sentirse confiada en la pulcritud
del proceso electoral.
Los problemas del fracasado proceso
electoral municipal se evidenciaron ayer sábado, en horas de la tarde. El
equipo de técnicos informáticos de la Fuerza del Pueblo, empezó a recibir
informaciones de distintos lugares del país que generaron preocupaciones en
relación a la integridad del certamen que tendría lugar en el día de hoy.
Eso se agravó con la noticia de que
técnicos de la Junta Central Electoral, sin la debida identificación y sin la
presencia de los delegados de los partidos políticos, estaban interviniendo las
máquinas de votación, sin que se supiera, hasta entonces, con qué finalidad.
A medida que avanzaba la tarde,
entre 6 y 7 de la noche, se incrementaban las informaciones que ponían de
relieve la gravedad de los problemas inicialmente detectados.
Frente
a esa situación, nuestros delegados ante la Junta Central Electoral entraron
con comunicación con los directores de elecciones y de informática de dicho
organismo, con el propósito de constatar la veracidad de las informaciones
recibidas.
Estos
confirmaron el hecho. Admitieron que, efectivamente, algunos de sus técnicos
estaban realizando labores para corregir algunos defectos que presentaba el
sistema de votación en la configuración de las boletas electrónicas.
En
principio, los funcionarios del órgano electoral minimizaron el problema.
Creían que podía corregirse con facilidad. Por eso, en una reunión sostenida
con los representantes de todos los partidos políticos, ayer, en altas horas de
la noche, en la sede de la Junta Central Electoral, con la presencia de
observadores de la OEA y del IFES, se acordó hacer los correctivos de lugar,
previo al inicio del certamen comicial, entre 5 y 6 de la mañana del día de
hoy, domingo.
Es
importante señalar que fue por gestión de los delegados de los partidos de
oposición, que tanto los observadores de la OEA como del IFES se enteraron de
la situación de anomalía presentada en el sistema de votación. Hasta ese
momento, las autoridades electorales les habían mantenido al margen de lo que
estaba ocurriendo.
Al
iniciarse la votación, empezaron a brotar los problemas. Las inconsistencias e
irregularidades se multiplicaban por doquier. En distintas boletas, de diversas
demarcaciones, las casillas de los partidos de oposición brillaban por su
ausencia.
En
otros casos, candidatos eran excluidos; en otros tantos, las imágenes de
partidos y candidatos aparecían truncadas. En fin, un cúmulo de irregularidades
que solo conducían a un desastre electoral.
El
único partido que extrañamente no se vio afectado por ninguna de estas
circunstancias anómalas, fue el partido de gobierno, cuya actual cúpula
dirigencial, desde hace algún tiempo, viene cultivando una inescrupulosa
conducta de irrespeto a la Constitución, de desconocimiento de la
institucionalidad democrática y de quebrantamiento de la voluntad popular.
Los
colegios electorales abrieron sus puertas a partir de las 7 de la mañana. Los
votantes empezaron a acudir, pero se tropezaron con las dificultades para
ejercer plenamente su derecho al voto.
Dos
horas después de haberse iniciado el proceso, cerca del 90% de los colegios
electorales con el sistema de voto automatizado, no habían iniciado. De igual
manera había ocurrido con cerca del 20% de los colegios con sistema de votación
manual. El caos se había extendido por todo el territorio nacional.
Frente
a todo esto, la Junta Central Electoral, previa consulta con los líderes de los
partidos políticos, decidió suspender la celebración de los comicios
municipales. Solo el partido de gobierno sugirió que la suspensión fuese
parcial.
Naturalmente,
todo este drama implica una crisis de la democracia dominicana. Esa crisis ha
estado motivada en el hecho de que se ha pretendido repetir de alguna manera,
ahora, en elecciones generales, el fraude acontecido en las primarias del 6 de
octubre.
Si
en esta ocasión el fraude no ha podido materializarse, se ha debido a la
circunstancia de la presencia de los observadores de la OEA y de los técnicos
de la Fundación Internacional de Sistemas Electorales (IFES).
Estos
últimos habían recomendado y acompañaron en la aplicación de un conjunto de
medidas que reducirían los niveles de vulnerabilidad del sistema de votación
automatizada; y al hacerlo así, dotaron dicho sistema de mayor seguridad.
Los
patrocinadores del fraude encontraron los caminos obstruidos. Las sugerencias
técnicas de IFES cerraron ventanas. No pudieron actuar a sus anchas, como en el
pasado. Ante los obstáculos, les sobrevino la desesperación y el pánico, e
incurrieron en errores.
La
artimaña fraudulenta emanó como pus, y sus secuelas fueron expuestas al sol.
Ahora queda por investigar quiénes fueron los autores materiales e
intelectuales de esta trama criminal contra el pueblo dominicano.
Esto
no debe permanecer impune. Los responsables deben ser severamente castigados.
Exigimos
una investigación profunda e imparcial de lo ocurrido. Es imprescindible una
medida cautelar de los kits electorales, que ya hoy, a partir de la 1:20 de la
tarde, empezaron a ser movilizados de los diferentes colegios electorales, sin
la participación de los observadores electorales internacionales, de los
delegados políticos y sin seguir el protocolo de resguardo de la cadena de
custodia.
Debido
a esto, desde ya solicitamos que a partir de mañana, se les permita a los
técnicos del IFES y de la OEA, realizar una auditoría a los referidos equipos
con la finalidad de poder esclarecer lo ocurrido.
Durante
el transcurso de esta semana, se impone la realización de un diálogo político
entre los principales líderes de las distintas organizaciones cívicas del país,
a los fines de buscar una solución consensuada que, en estricto respeto a la
Constitución de la República, permita consolidar nuestra democracia, el Estado
de Derecho y la transparencia de los procesos electorales.
A
quienes en el día de hoy han querido interrumpir e ignorar la voluntad popular
de un pueblo que acudió desde tempranas horas de la mañana a ejercer su derecho
al voto, les decimos lo siguiente: el pueblo dominicano ya los conoce, sabe lo
que pretenden hacer y les advierte que bajo ninguna circunstancia, se saldrán
con la suya.
Aquí está la Fuera del Pueblo para impedirlo,
como ya lo hizo una vez en la defensa a la Constitución. La Fuerza del Pueblo
estará siempre dispuesta a encabezar toda lucha que conduzca a la sociedad
dominicana a cristalizar sus sueños de paz, de progreso y de bienestar para todos.
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