Por
Danilo Cruz Pichardo.
ATMÓSFERA
DIGITAL, SANTO DOMINGO.- La República Dominicana no tiene por cultura política,
en la historia de sus campañas electorales, la celebración de debates
televisivos entre los candidatos a puestos electivos. Pero en esta oportunidad,
con miras a los comicios municipales del 16 del presente mes, Participación
Ciudadana, Finjus y determinados canales televisivos, se han motivado a invitar
a candidatos a exponer sobre sus propuestas.
He
estado muy pendiente a los debates de los candidatos a alcalde del municipio
Santo Domingo Este, en el que resido desde hace algo más de cinco décadas. Y el
único que ha demostrado dominio de su propuesta municipal es Manuel Jiménez,
quien además de político es cantautor y compositor de fama mundial.
En la
mayoría de esos encuentros, en los que convocan a todos los candidatos a
alcalde por esa arrabalizada ciudad, sólo ha participado Manuel Jiménez. ¿Cuál
es la razón por la que los demás no acuden, incluyendo, sobre todo, al
candidato del oficialista Partido de la Liberación Dominicana, el dueño de bancas
de lotería Luis Alberto Tejeda?
Posiblemente no asisten, porque no tienen programa. Y si lo tienen,
carecen de capacidad de exposición oral o no memorizan los temas que un equipo
de técnicos pudo elaborarle.
Aunque
los candidatos dicen lo que desean hacer al llegar al cargo, se sabe que
siempre forman un equipo de técnicos, en diferentes áreas del conocimiento, que
son los que se encargan de identificar los problemas y las políticas a
implementar para las soluciones de esos males. Sin embargo, hay lo siguiente:
El candidato tiene que estudiar bien ese programa para públicamente exhibir
dominio de todos sus puntos.
Y no
es que tiene que memorizar todas las palabras, como hacen muchos alumnos del bachillerato. Se recomienda
dominar las ideas, las palabras se improvisan y cuando rápidamente no llega una
a la mente se apela a un sinónimo, de manera que un mismo eje usted pueda
explicarlo con diferentes vocablos.
Satisface
el dominio oral que ha mostrado Manuel Jiménez sobre su Propuesta Municipal de
73 páginas, exponiendo sus temas en múltiples espacios televisivos en un mismo
día y sin la comisión de un solo error. Los expertos de marketing político
otorgan al discurso un 6%, pero si la contraparte no acude (por miedo, nervios
o incapacidad) ese 6% se puede convertir en un 12%. Y un 12 es mucho.
Dijo
Demóstenes ---¡hace muchos años!---:
“Las palabras que no van seguidas de los hechos no valen para nada”. Pero en
este caso estamos hablando de Manuel Jiménez,
que no es un político más. Es un hombre de limpia trayectoria tanto en
el ámbito artístico como en el político. Sus obras hablan por sí solas. Y ahí
descansa su reputación de hombre serio y, aunque parezca un círculo vicioso,
por ser serio es que sus palabras gozan de credibilidad.
Hay
gente que lo que dice no se parece en lo absoluto a su forma de pensar y mucho
menos a la de actuar. Para el suscrito orador es aquel que dice lo que piensa y piensa lo que dice,
apelando al buen juicio y a la prudencia.

Me
inscribo entre los que abogan por la inclusión, en las normativas jurídicas
electorales, del carácter obligatorio de la participación en debate de los
candidatos a puestos electivos. Si usted no tiene nada que ofrecer está diciendo
claramente lo que busca. Pero la gente está muy clara sobre el tema de la
corrupción y sobre la compra de cédulas y de conciencia. En Santo Domingo Este
se impondrá el slogan que usó el profesor Juan Bosch en la campaña electoral de 1962: “Vergüenza contra dinero”.
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