Por
Danilo Cruz Pichardo.
ATMÓSFERA
DIGITAL, SANTO DOMINGO ESTE.- Antes de las suspendidas elecciones municipales,
es decir, del 16 de febrero, el grueso de las firmas encuestadoras otorgaban un
empate técnico entre el PLD y el PRM y
sus respectivas organizaciones aliadas.
Para esas empresas, dedicadas a los
estudios de opinión, el PLD y el PRM obtendrían, más o menos, la misma cantidad
de alcaldes.
Sin
embargo, en el nivel presidencial, todas coincidían en atribuir la condición de
puntero a Luis Abinader, por 15 o más puntos sobre Gonzalo Castillo, candidato
del oficialista Partido de la Liberación Dominicana. Pero con la suspensión del
proceso comicial habría que hablar del antes y el después del 16 de febrero,
por el giro que se observa en el comportamiento del elector dominicano.
Un
giro totalmente desfavorable al PLD y al gobierno. Se observa repudio y alta
tasa de rechazo hacia el peledeísmo gobernante. No es que el PRM se ha
fortalecido. ¡No! Es que la gente se cansó del PLD, porque sencillamente la
suspensión del certamen electoral constituyó un detonante de un cúmulo de
abusos, robos, impunidad, mentiras, engaños, desaciertos, errores. Etc.
Y
como no puede haber cambio ni en marzo ni en mayo sin la presencia del PRM, es
lógico que sus candidatos a puestos municipales, legislativos y presidencial
son los llamados a capitalizar el repudio hacia el PLD.
Antes
del 16 de febrero los encuestólogos hablaban de una posible segunda ronda
electoral en el nivel presidencial. Indistintamente de lo que digan en estos
momentos, lo que observo es que el PLD será aplastado en lo municipal, en lo
congresual y en lo presidencial. El intento de un fraude automatizado, el 16 de
febrero, no fue más que una forma de evitar cargar con una derrota en las
costillas hacia las presidenciales y legislativas de mayo 20.
Y la
Junta Central Electoral, que lucía cómplice al PLD, pegó el grito al cielo y
dijo: “¡Hasta ahí no puedo llegar!” El pleno del organismo se reunió y decidió
suspender las elecciones, un hecho sin precedentes en la historia social
dominicana.
Ahora
se ha presentado un nuevo panorama, panorama que nunca antes, en los casi 20
años de gobierno, había sido tan desfavorable al PLD.
Y la
idea de la segunda vuelta ya no tiene cabida, pues el repudio que se observa
hacia el oficialismo es para aplastarlo en la primera oportunidad. Será
noqueado en el primer asalto de manera apabullante.
El
PLD no tenía escapatoria, pero después del 16 ha sido sepultado anticipadamente, al sumarse un elefante
dormido que es la juventud, responsable de los grandes cambios que
históricamente se han registrado en el
ámbito político universal. Ver a esos muchachos protestar (protestar en contra de la podredumbre
gubernamental), desde la Plaza de la Bandera y desde distintos puntos de la
geografía nacional, llena de satisfacción a los adultos.
Y a
las protestas juveniles se le han sumado los cacerolazos. Cacerolazos en los
grandes residenciales, en los sectores de clase media y en los barrios pobres,
en las plazas comerciales y donde quiera que hay conglomerado humano. Ningún
gobierno se le ha escapado a ese tipo de protestas pacíficas, que involucran a
todos los segmentos sociales de un país.
El
panorama político, con relación a los certámenes comiciales del 15 de marzo y
del 20 de mayo, luce muy definido. ¿Qué podría hacer el PLD gobernante para
cambiar esa proyección? Podría contratar a los mejores expertos y asesores en
marketing político, de la región y del mundo, y no veo forma de impedir esas
dos derrotas.
La
única forma de impedir esas derrotas es boicoteando los comicios y esa conducta
conlleva graves implicaciones, sobre todo con una juventud dominicana que ha
decidido jugar un rol protagónico. No descarto que la idea del boicot sea
barajada por alguien del más alto nivel de los morados, pero eso equivale a un
autogolpe en presencia de miembros de la OEA y ante una comunidad internacional
que hace rato tiene la vista puesta en
la República Dominicana.
0 Comentarios
Tu comentario es importante