ATMÓSFERA
DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El Juez del Tribunal Superior Electoral (TSE), Ramón
Arístides Madera Arias, advirtió a la Junta Central Electoral (JCE) que tiene
la obligación de cumplir a cabalidad su función de organizar y arbitrar con
imparcialidad y transparencia las elecciones, de manera que no pueda interferir
ningún otro sector o poder a lo externo para cometer fraudes ni distorsionar la
voluntad popular, como ocurrió el pasado 16 de febrero.
El
juez electoral atribuyó el fracaso de las elecciones municipales de febrero a
una consecuencia de la actuación de los jueces de la JCE, tras considerar que
“cuando se actúa con independencia, autonomía y rectitud, nada ni nadie puede
vulnerar la voluntad popular, cosa ésta que puede evitarse cuando el órgano
electoral funciona bien y con seriedad”.
Madera
Arias afirmó que de manera irregular se le ha querido atribuir lo sucedido con
las pasadas elecciones, al técnico de Claro, Manuel Antonio Regalado Martínez,
y al coronel Ramón Antonio Guzmán Peralta, miembro de la escolta del candidato
presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader Corona,
“lo que se puede interpretar como un deseo de hacerle daño al principal líder de
la oposición”.
“Esas
acusaciones puede tener como objetivo afectar a Luis Abinader en sus
aspiraciones presidenciales, porque hasta el día de hoy, como aspirante a la
primera magistratura del Estado él encabeza todas las encuestas que se han
publicado”.
El
juez electoral hizo estas valoraciones en la sentencia número TSE-HC-001-2020,
dada a conocer este viernes por la alta corte jurisdiccional, en la cual Madera
Arias, por primera como juez penal electoral, decidió una acción de habeas
corpus que interpuso el técnico Regalado Martínez, quien fuera acusado por el
ministerio público de cometer delitos electorales. En una audiencia celebrada
el pasado 22 de febrero Maderas Arias ordenó su libertad.
“Hemos hecho este enfoque, porque se ha
querido buscar como culpables a dos ciudadanos inocentes para atribuirles el
colapso del sistema de votos automatizados, en violación de los derechos
fundamentales de esas personas, que a todas luces no han cometido los hechos
que les imputan”, expresó el juez en su sentencia.
Afirmó
que una acción de esa naturaleza en contra de Abinader constituye una
arbitrariedad y un abuso de sus derechos fundamentales, que como juez electoral
y custodio de la democracia, él nunca va a tolerar, ni se convertirá en
cómplices de faltas, descuido, irresponsabilidad o de cualquier otro asunto que
la Junta Central Electoral estaba en la obligación de evitar.
Consideró
inaceptable que la JCE pretendiera descargar su irresponsabilidad y su falta de
cumplimiento de sus deberes y las obligaciones constitucionales sobre otras
personas indefensas, que nada han tenido que ver con el fracaso del voto
automatizado, impuesto fuera de consenso por los miembros de la JCE.
Con
respecto al rol que debe jugar la JCE, el juez Madera Arias criticó que en el
presente proceso electoral, sus actuaciones sean cada día menos transparentes y
menos confiables, motivo por el cual no se le puede atribuir culpabilidad, ni
responsabilidad de lo sucedido a ningún sector de la sociedad, ni al gobierno,
ni al partido de gobierno, ni a los partidos de oposición, ni a los poderes
facticos.
Argumentó
que cuando la Junta Central Electoral actúa con independencia, equidad,
transparencia y rectitud, nada ni nadie la puede permear, ni influenciar en
ella, y mucho menos permitir injerencia de sectores externos en sus asuntos
internos o dejarse sobornar y
chantajear.
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