Escrito por: Dr. Antonio Ciriaco Cruz
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Desde el nacimiento de la República en 1844, el país ha tenido, grosso modo, tres grandes modelos económico, a saber: un modelo agroexportador, cuyo motor del crecimiento descansaba en la producción y exportación de varios productos agrícolas tradicionales (azúcar, café, cacao y tabaco); el modelo de sustitución de importaciones que, surge con la famosa Ley de 299 de 1969 que intentó desarrollar un sector industrial de transformación ligera y; un modelo de servicios basado en tres sectores: turismo, zonas francas y remesas.
Aunque en los años 70s y mediados de los 80s, con el modelo de sustitución de importaciones coexistió una importante producción agrícola exportable y un dinamismo en la minería, en especial con las exportaciones de ferroníquel y la de oro, que sirvieron de fuente de acumulación al modelo sustitutivo de importaciones. Sin embargo, con la caída de los precios internacionales de los productos agrícolas exportable y el agotamiento del oro de la mina de pueblo viejo, el modelo sustitutivo colapsó.
A mediados de los 80s con la iniciativa para la Cuenca del Caribe (ICC) y las medidas de ajustes impuestas por el FMI, en especial la devaluación de la moneda, irrumpen tres grandes sectores que motorizan la economía: el turismo, las zonas francas y las remesas. Es a partir de ese momento cuando surge el modelo basado en los servicios.
Durante los últimos treinta años, con sus altas y bajas, la economía dominicana se ha sustentado en el mencionado modelo de servicios, que por demás no le ha llevado un gran esfuerzo deliberado al país debido a su baja intensidad tecnológica y su alta concentración en recursos naturales
Por otra parte, debido a la presión competitiva a que ha estado sometida la producción nacional con los acuerdos de libre comercio de los últimos años, muchos sectores, en especial la agricultura de exportación está incursionando en nuevos nichos de mercados de consumidores altos ingresos, en especial en los Estados Unidos y Europa.
Además, para el año 2012 comienzan las exportaciones (1,400 millones de dólares) de las principales empresas mineras en el país, Barrick Gold Corporation y Gold Corporation, que podrán explotar 23 millones de onzas de oro, 120 millones onzas de plata y otros metales para los próximos años.
En lo que tiene que ver con el sector turismo, aún este tiene un gran margen de expansión a otras regiones y enormes posibilidades de articulación con el sector agropecuario y con la naturaleza; por otra parte, los últimos datos indican que el sector zonas francas está en plena recuperación y; las remesas se mantendrá en niveles aceptables a pesar de la crisis internacional.
De ahí es que el modelo económico dominicano de los próximos años, seguirá descansado en los servicios, ahora con el nuevo ingrediente, del surgimiento de una vigorosa agricultura de nuevos productos de exportación y la renovación de un gran distrito minero de exportación. En resumen este modelo es el SAM (Servicio, Agricultura y Minería).
*Director Instituto de investigaciones Socioeconómicas (INISE), Facultad de Ciencias Económicas de la UASD.
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