Por Robinson Castro.
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SANTO DOMINGO. República Dominicana.- Entrar al
pabellón de la República China de Taiwan es mezclarse con su cultura, su
costumbre, su economía, su gastronomía, su paisaje, su vida artística y social.
En la caseta se exhiben varios cuadros que contienen:
el edificio Taipei 101, considerado el
más alto del mundo con 508
metros de altura; el parque eólico de turbina de viento para la generación
eléctrica, ubicada en el puerto de Taichung; el túnel Hsuehshan, de 12,9 kilómetros de longitud, en la autopista Taipei –
Yilan. Ese es el túnel de carretera más
largo de Taiwan, es el más largo en el mundo de dos vías, el segundo de camino
mas largo de Asia.
Con ese viaducto, la gente de Taipei puede expandir
sus opciones de viaje en los fines de semana hacia el oeste de Taiwan.
Ademas, se destaca el grupo artístico y
cultural Ming Hwa Yuan, el deporte
en bicicleta, la producción agrícola, la tecnología, los juegos mundiales del
2009 celebrados en Kaohsiung, manifestaciones artisticas y culturales.
Gastronomía. Taiwan posee su propia cocina
indígena, la cual resiste la comparación con la importada desde el extranjero.
Un
plato típico taiwanes es la sopa de arroz con batata servida con una guarnición
de pescado frito al vapor, tortilla de rábanos en vinagre y diferentes platos
de judía cuajada.
Tiene
una rica tradición en la comida china, desde los jugosos won ton y dim sum de
la cocina contonesa, pasando por las salsas picantes de la cocina de Sichuan
hasta los exóticos sabores e impresionante
presentación de los platos de la antigua comida de palacio, que a veces
se tarda hasta tres días en preparar.
Festivales y creencias. Son muy variados, los cuales
se centran en el culto a las deidades, a los antepasados y a la naturaleza. Son
comunes las coloridas costumbres, los bailes excitantes, las representaciones
musicales, los complejos rituales, las leyendas fascinantes y los apasionados y
devotos seguidores.
El séptimo mes del año lunar es el Mes de las Ánimas. Se cree que al
principio de ese mes las puertas del más allá se abren para dejar que todas las
almas vuelvan al mundo para disfrutar de
la adoración de los vivos.
En
toda la isla se celebran numerosas ceremonias religiosas en las que se ofrece
comida, bebida, danzas, músicas, rituales, cantos de monjes y quema de dinero
espiritual.
Se
cree que con ello se les concede un goce terrenal a los fantasmas, así como la
forma de ayudarlos a llegar al cielo.
Los
taiwaneses creen que con esos rituales y ofrendas pueden complacer a los
muertos y que a cambio estos serán recompensados con buena fortuna y
bendiciones. Los festivales más famosos son “Luchando con las Ánimas”, Henhchuen y en Toucheng; “Ánimas de Keelung” y “Hakka de Yimin”.
Religión. El panorama religioso es uno delos
más diversos de la región asiática. La larga tradición del budismo, llevada por los chinos Han, ha tomado su sitio en el
moderno Taiwan. Es muy común ver al típico monje vestido de gris con su gong y
su vasija de madera en las bulliciosas calles de Taipei y de otras ciudades.
El taoísmo
tiene mucha incidencia. Las montañas están llenas de templos cuyos
techos rojos adornados con dragones añaden un encanto exótico al paisaje. El templo
Chih-nan de Taipei es un pacífico refugio en las montañas al sur de la ciudad.
La
gente acude a los templos a consultar con sus deidades asuntos relacionados con
el amor, el éxito en los exámenes y el riesgo en los negocios.
Matsu, la Diosa del Mar o Madre
Celestial es
la deidad más popular en Taiwan.
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