SANTO DOMINGO, República Dominicana.-
El coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez fue elevados este viernes al
Panteón de la Patria en un emotivo acto presidido por el presidente de la
República, licenciado Danilo Medina, y la asistencia autoridades civiles y
militares, así como familiares del gestor del movimiento de militares
constitucionalistas.
Junto al presidente Medina,
asistieron al ceremonial la vicepresidenta del Senado, Cristina Lizardo y el procurador
general de la República, Milton Ray Guevara, presidente del Tribunal
Constitucional y Francisco Domínguez Brito, procurador general de la República.
Al pronunciar el discurso central de
la ceremonia, el ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, proclamó que el
sacrificio de Fernández Domínguez no fue en vano, “pues hoy, a casi cinco
decenios de su inmolación, el pueblo cosecha parte del fruto que fecundó su sangre
generosa”.

Rodríguez pronunció las palabras
centrales del solemne acto encabezado por el presidente Medina: “Cuando aquel
19 de mayo de 1965, una bala artera, disparada por un francotirador
norteamericano, le segó la vida mientras dirigía una operación militar para
tomar el Palacio Nacional, el coronel Manuel Ramón Montes Arache, a la sazón
Secretario de las Fuerzas Armadas del gobierno en armas, dijo que no era el
momento para medir en toda su dimensión el impacto que tendría sobre la nación
la ausencia definitiva de ese gran
soldado de la Patria”.
Rodríguez hizo un recuento de la vida
personal del militar constitucionalista, de cómo asimiló los ideales
democráticos y patrióticos pregonados por el profesor Juan Bosch tras el final
de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, el 30 de mayo del 1961.
“Cuando fue decapitada la dictadura
de Trujillo, y el pueblo se lanzó a las calles reclamando navidad con libertad,
en el seno de las Fuerzas Armadas emergió una nueva generación de jóvenes
oficiales que supieron interpretar correctamente la nueva realidad política,
social y económica que surgió luego del tiranicidio. Fue precisamente Rafael Tomás
Fernández Domínguez quien, en el marco de la nueva correlación de fuerzas
sociales, se constituyó como uno de los principales exponentes de esa nueva
generación de adalides de la libertad y de la soberanía nacional”, expresó.
El funcionario rememoró que Fernández
Domínguez, y junto a él un grupo de valientes militares, habría emprendido
acciones para contrarrestar los planes golpistas contra el gobierno de Bosch,
consumado el 25 de septiembre del 1963, llegando a fundar un movimiento
constitucionalista. Dado el golpe, fue forzado al exilio “diplomático”, pero
que pese a ello logró estructurar otro grupo de acción con el propósito de
restituir el gobierno legítimo del
profesor Juan Bosch.
“Tan pronto tuvo oportunidad de
regresar al país, el 13 de mayo de 1965, se incorporó a la lucha armada que
libraban los constitucionalistas comandados por el coronel Francisco Alberto
Caamaño Deñó, que había sido elegido Presidente Constitucional del Gobierno en
armas, y fue a partir de ese momento, cuando Fernández Domínguez entró de
manera definitiva en la Historia Nacional, consagrándose como digno hijo de la
patria y como Héroe de la República” manifestó el ministro.
Recordó la tristeza que le produjo al
presidente Caamaño Deñó -también elevado este mismo año al Panteón de la
Patria- aquella pérdida, pues ante el cadáver del coronel juró consagrarse a
vengar su muerte, enfatizando que nada ni nadie lo detendría en la lucha para
redimir el sacrificio de su noble compañero en aras de la patria.
Rodríguez manifestó, ante el
presidente Medina y demás congregados en el Panteón Nacional, que Fernández
Domínguez ingresa a la galería de los grandes libertadores y restauradores
contemporáneos que hace apenas meses inauguramos, tras colocar un cenotafio
exaltando al Panteón de la Patria al coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, ex
presidente de la República en armas durante la guerra de 1965.
Sostuvo que las generaciones del
presente y del porvenir, cuando visiten este monumento funerario dedicado
especialmente a venerar los Héroes de la República, tras inquirir acerca de la
trayectoria pública y privada del Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez
aprenderán con orgullo que fue un militar de carrera quien, pese a su juventud,
era consciente del papel que debían desempeñar las Fuerzas Armadas en una
sociedad democrática.
Indicó que Fernández Domínguez
propugnó porque los institutos castrenses debían velar por la seguridad
nacional y ser siempre obedientes a la Constitución y al poder civil legalmente
constituido; “en fin, un militar de una conducta ética y moral intachable,
honesto, responsable, valiente y dotado de una admirable sensibilidad social y
patriótica: un auténtico paradigma para los dominicanos de hoy y de siempre”.
Los restos fueron trasladados desde
la Puerta del Conde hasta el Panteón de la Patria, en marcha lenta, custodiada
por la Guardia de Honor. A su llegada al Panteón, se le rindieron los Honores
Militares correspondientes.
En el acto encabezado por el
presidente de Medina y el ministro de Cultura fue oficiada una misa por
Monseñor Benito Ángeles, quien definió a Fernández Domínguez como ejemplo
de honestidad y lealtad”. Luego, el ministro de Defensa, Almirante
Sigfrido Pared Pérez, leyó la biografía de Fernández Domínguez, para dar paso
al ministro Rodríguez, quien tuvo a cargo el discurso central del acto.
Además de Rodríguez, quien preside la
Comisión Oficial para el Traslado de los Restos del Coronel Rafael Tomás
Fernández Domínguez, asistieron al acto los demás integrantes, ministro de las
Fuerzas Armadas, almirante Sigfrido Pared Pérez; Carlos Salcedo, director del
Gabinete Ministerial del ministerio de Cultura; el presidente de la Comisión
Permanente de Efemérides Patrias, Juan Daniel Balcácer; la presidenta de la
Fundación Fernández Domínguez y quien fuera esposa de este, Alma Arlette
Fernández; William Páez, miembro de dicha fundación, y Emilio Cordero Michel,
representante de la Academia Dominicana de la Historia.
De igual asistieron sus hijos Ludovino, Orlette e Ingrid Fernández,
así como amigos del fenecido militar constitucionalista, así como funcionarios
del gobierno. José Guillermo Sued fue el maestro de la ceremonia.
Un amplio dispositivo de seguridad,
conformado por miembros de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y la
Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET),
tendrá a su cargo la custodia de los restos durante el recorrido.
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